Aitor AGIRREZABAL
IRUÑEA
REPRESIÓN

La Audiencia Nacional vuelve a condenar a dos jóvenes vascos

La Audiencia Nacional condenó a cuatro años de prisión a los jóvenes alaveses Aitor Zelaia y Galder Barbado. La sentencia se sustenta en unas huellas y un «kit de kale borroka», que consiste en una mochila de Zelaia con cinta americana, bridas, guantes o un walkie-talkie. Las defensas tienen cinco días para presentar un recurso de apelación.

La Audiencia Nacional española condenó a los jóvenes alaveses Galder Barbado y Aitor Zelaia a cuatro años de prisión. Tras el juicio celebrado hace 10 días, el tribunal ha considerado probado «un delito de depósito de elementos para la confección de aparatos explosivos e incendiarios» en base a unas huellas halladas en bolsas de plástico y un mochila con bridas, cinta americana, un walkie-talkie y unos guantes. La Fiscalía pedía ocho años de prisión para cada uno de ellos, mientras que las defensas reclamaron la absolución.

En la sentencia, que se envió antes a la prensa que a los implicados, la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal, presidida por la jueza Ángela Murillo, condenó a Barbado y Zelaia como autores de un delito de «depósito de armas y municiones» y otro de «depósito y tráfico de sustancias y aparatos explosivos y de sus componentes con finalidad terrorista».

El texto recoge las declaraciones de los dos jóvenes alaveses en la vista celebrada en Madrid el 20 y 21 de enero, en las que manifestaron que se enmarcaban ideológicamente en la izquierda abertzale y mostraron su apuesta por las vías exclusivamente pacíficas.

«No se descara su relación»

Sin embargo, la Audiencia Nacional considera que «a pesar de esas manifestaciones, los hallazgos en el zulo, en cuya ocultación participaron los acusados, no responden a lo que preconizan dadas las características de los elementos detectados para la confección de explosivos empleados comúnmente en la violencia callejera». De hecho, señala que en el interior de un bidón encontrado en Durana en 2018 había «objetos para la confección de artefactos explosivos mixtos e incendiarios». Incluso la sentencia se aventura a dar por probado el destino de estos objetos: «Ser colocados en la vía pública causando con su explosión el correspondiente temor a la población».

El atestado de la Ertzaintza en 2018 vinculó los materiales encontrados con actos de sabotaje contra Kutxabank registrados en Abetxuko, Agurain e Igorre cuatro años antes, pero, durante el juicio, el instructor reconoció no tener ninguna prueba de ello, más allá de la sospecha de los agentes. «Era una línea de investigación prometedora, pero luego no se sustentó», añadió. A pesar de ello, la Audiencia Nacional considera que lo hallado en el zulo es «suficiente» para atribuirles el contenido de los mismos, sin tener en cuenta que quien encontró el bidón hace tres años aseguró, en un primer momento, que el material podía llevar allí 25 años. «No se ha dado una explicación que descarte la relación de ambos con el bidón y su contenido», zanja la Sala.

«Kit de kale borroka»

El instructor de la Ertzaintza también reconoció que no había ninguna evidencia de que el bidón hallado en Durana tuviera relación alguna con ETA ni «con otros grupos afines al MLNV y a la kale borroka» más allá de que «es un material típico» de estos grupos. «No digo que esto sea de un comando de ETA ni de la kale borroka», señaló posteriormente a preguntas de la defensa de los acusados.

La sentencia, asimismo, hace referencia a una mochila incautada a Zelaia en el registro de su domicilio. El agente de la Ertzaintza que redactó el atestado y declaró en el juicio la presentó como «una mochila de kale borroka» y la Sala da por buena esa declaración. Sin embargo, según relató el propio encausado, aquella bolsa contenía material que se empleó en un turno de seguridad del Hatortxu Rock de diciembre de 2018. Se trataba de bridas para atar las vallas con las que se cierra el recinto, guantes, walkie-talkie para comunicarse, teléfonos móviles o cinta americana.

Opción de recurrir

Zelaia explicó que se llevó ese material a Gasteiz desde Iruñerria para entregárselo a un responsable del festival que vive también en la capital alavesa. Este extremo fue corroborado por el responsable de organizar los turnos de Araba.

Según el agente de la Ertzaintza, sin embargo, el hecho de que aparezca todo este material de manera conjunta «hace sospechar que pueda ser un kit», sin aportar prueba alguna que acredite tal acusación.

Las defensas de Barbado y Zelaia pueden recurrir la sentencia ante la Sala de Apelación de la Audiencia Nacional en un plazo de cinco días.

«Montaje policial»

La coalición soberanista EH Bildu emitió un comunicado en el que trasladó su solidaridad a los dos condenados. «Las pruebas con las que se les ha condenado se construyeron en base a un montaje policial, en el que la Ertzaintza tuvo una participación directa», apuntó.

También entiende EH Bildu que la sentencia «en nada ayuda» a «la tarea de la construcción de la paz y de la convivencia» en la que «está inmersa la inmensa mayoría de la sociedad vasca».