Ernai organizó ayer dos actos de protesta en Bilbo y Gasteiz para denunciar las cargas de la Ertzaintza que el pasado viernes dejaron ocho detenidos y tres hospitalizados entre ambas capitales, según los últimos datos aportados por la organización juvenil. Esta vez, ambas marchas, dentro de la campaña “Gazteok larrialdi egoeran gaude”, finalizaron sin incidentes ante las sedes locales del PNV.

En Bilbo, el grupo de jóvenes partió desde la Plaza Moyua en un recorrido más corto que el del viernes para finalizar, de nuevo, ante Sabin Etxea. Fuentes de Ernai denunciaron a GARA «intentos de provocación» por parte de algunos agentes que les negaron el acceso al mismo espacio donde el día anterior comenzaron las cargas, entre Jardines de Albia y el Palacio de Justicia.

Finalmente, y sin que la situación pasara a mayores, los jóvenes pudieron acceder a los aledaños de Sabin Etxea, de nuevo fuertemente protegida por un cordón policial, donde leyeron un manifiesto y la movilización quedó oficialmente desconvocada.

«Ayer, cientos de jóvenes salimos a las calles de Euskal Herria y encendimos las sirenas para denunciar que estamos en situación de emergencia y para terminar de una vez con todas con la situación de precariedad que vivimos», rezaba el comunicado, antes de explicar que la respuesta por parte de la Policía autonómica fue «cargas violentas, palizas y golpes» que provocaron ocho detenidos en Bilbo y Gasteiz, de los que tres acabaron en los hospitales de Basurto y Santiago.

En este sentido, Ernai pidió «la revisión del modelo policial», aceptar que los jóvenes han sido «criminalizados», «medidas reales para combatir la precariedad» y destinar «recursos públicos para las tendencias de depresión colectivas».

Bozales en Gasteiz

En Gasteiz, la manifestación de Ernai salió desde la Plaza de la Virgen Blanca y se dirigió hacia la comisaría de la Ertzaintza de la calle Olagibel, donde los participantes hicieron una sentada de protesta. La marcha siguió hasta la sede del PNV en la capital alavesa, para finalizar con la lectura de un comunicado. Los manifestantes también dejaron unos bozales frente a la puerta de Landaburu Etxea para denunciar la violencia policial del pasado viernes.