Iker GURRUTXAGA
BILBO

Fito, un «cadáver» realmente vivo, publica nuevo disco

Fito y los Fitipaldis presentan su séptimo disco de estudio, titulado «Cada vez cadáver», y que ha sido publicado con el sello Warner. El artista bilbaíno dice que tiene la misma ilusión de cuando un artista amateur presenta su primer trabajo.

Se podría decir que estamos ante un muerto viviente, por aquello del título que le han dado Fito y los Fitipaldis a su último álbum. Pero la realidad es que está realmente vivo y es que le queda larga vida por delante a Fito Cabrales (Bilbo, 1966). Un disco en el que no se ha dejado llevar por la desgracia de la pandemia, pero se podría decir que sí ha mostrado parte de sus intimidades en este trabajo.

Ha roto el silencio discográfico que se ha prolongado durante siete años, sin contar el recopilatorio “Fitografía” publicado allá por 2017 y, aunque en varias canciones nos encontremos con el sonido más clásico de la banda, las últimas tendencias también se han dejado ver en alguna que otra canción de entre las diez que componen “Cada vez cadáver”.

Carlos Raya ha sido quien se ha ocupado una vez más de la producción musical y la mayor parte de las grabaciones las han realizado en el Estudio Uno de Madrid, bajo la batuta del ingeniero de sonido Óscar Clavel. Fito nos ha confesado que es más de delegar el trabajo en otras personas que estar controlando cada apartado del proyecto: «Teniendo el equipazo que me rodea, es importante e imprescindible delegar las tareas y que cada uno se ocupe de lo que mejor sabe hacer. Yo transmito ilusión y ganas a todos y cada uno que toma parte en este proyecto, porque creo en él».

Aun llevando toda una vida cantando y con el privilegio de poder vivir de la música, Fito se siente un amateur, «y es que en el trabajo de cada día es donde hay que poner las ganas. El disco luego ya lo juzgará quien lo escuche, pero partimos con una gran ilusión y ese sentimiento hace que nos sintamos unos amateurs a la hora de presentar el trabajo».

El disco ha sido masterizado en el estudio Sterling Sound por Ted Jensen y Fito ha puesto el valor humano en ello: «A veces pensamos que un estudio potente lo hace todo, pero a la hora de masterizar el componente humano es lo que le da valor a un disco. En un principio éramos de mezclar allí el disco, pero por causa de la pandemia no ha sido posible». Jensen tiene su estudio en Nashville, y curiosamente el sonido de las stratocaster de Fito se asemejan al sonido característico de la ciudad.

Disco íntimo

El disco lo abre una carta escrita por el mismo Fito al músico madrileño Quique González. «Recibí su disco en casa cuando me estaba cuestionando si tenía sentido lo que hacía. Me preguntaba a mí mismo si escribir canciones era algo que debía de hacer o si tenía alguna relevancia. Pero al escuchar el disco de Quique se disiparon todas las dudas existentes, ya que hacer música es lo que más me gusta en esta vida, ¡incluso más que el sexo! Por lo tanto, le escribí una carta de agradecimiento y es esa misma carta con la que comienza la historia de ‘Cada vez cadáver’».

El disco incluye el diseño del Estudio Perkins, donde se incluyen la ilustraciones de Juan Roller. En una de ellas podemos ver una foto tomada con una Polaroid, donde Fito posa con sus tres hijos. Y es que es a ellos a quienes les ha dedicado la canción “A quemarropa”: «Durante la pandemia he estado apartado donde vivo, que es bastante alejado de la muchedumbre y la ciudad, y ahí aprecias lo que tienes realmente en casa. He tenido la suerte de poder compartir el local de ensayo con mi hijo mayor, entre otras cosas».

Gira a la vista

Ahora está deseando de presentar al público el disco que ha mantenido en el congelador desde febrero del 2020. «Tuve suerte al no haber publicado el disco y que la pandemia llegase inmediatamente después de haberlo grabado. A otros les ha corrido peor suerte puesto que, con una gira en marcha y las cancelaciones, comprometes a más personas el pan de cada día. Ni me imagino cómo será el primer concierto, pero ojalá sea viendo las caras de los que asistan y no a una masa de cirujanos».

El músico bilbaino ha mencionado varias veces a los hosteleros a la hora de presentarnos el trabajo: «Recuerdo cuando la primera vez que salimos a la calle y los bares subieron las persianas que recuperamos parte de nuestras vidas». Es así que en el disco también incluye la esencia de las barras de bar y noches salvajes que tanto añoran muchos adeptos del rock.