«Ayer, durante más de cinco horas no se usó Facebook para sembrar división, desestabilizar democracias y ayudar a las jóvenes y mujeres jóvenes a sentirse mal en sus cuerpos», afirmó la ingeniera Frances Haugen al comenzar de su testimonio ante un comité del Senado de EEUU.

La informática se refería al gigantesco apagón que cerró las dos redes sociales y los dos mensajeros del gigante digital: Facebook, Instagram, WhatsApp y Messenger.

Apenas recuperado de la interrupción sin precedentes de casi siete horas que afectó a miles de millones de usuarios, Facebook seguía en el foco de atención por la audiencia de Haugen ante la Comisión de Comercio del Senado estadounidense.

«Estoy aquí hoy porque creo que los productos de Facebook están dañando a los niños, sembrando división y debilitando nuestra democracia. Es necesario que el Congreso actúe. No se resolverá esta crisis sin su ayuda», afirmó.

La ingeniera aporta su experiencia de los dos años que pasó en la empresa, pero también miles de documentos que se llevó. «La empresa oculta intencionadamente información vital a los usuarios, al Gobierno de EEUU y a los gobiernos de todo el mundo. La gravedad de esta crisis exige que salgamos de nuestros anteriores marcos normativos», añadió.

Comparó la estrategia de Facebook con la de las grandes tabacaleras, cuando en su día se destapó que sabían que su producto causaba cáncer. «Facebook sabe que sus productos pueden ser adictivos y tóxicos para los niños. Han valorado más sus ganancias que el dolor que causan», explicó, señalando el ejemplo de los desórdenes alimenticios. Haugen asegura que Facebook «sabe que están conduciendo a los niños a productos pro anorexia». También afirma que Facebook eliminó, tras las elecciones presidenciales, filtros contra la desinformación, para incentivar un aumento en el uso de sus plataformas, que fueron utilizadas para preparar el asalto al Capitolio. «Facebook se ha convertido en una empresa de un billón de dólares que obtiene sus ganancias con nuestra seguridad, incluida la seguridad de nuestros hijos», añadió la exempleada, que señala que se decidió a denunciarlo «porque me di cuenta de una verdad aterradora: casi nadie fuera de Facebook sabe lo que está sucediendo dentro de Facebook».

Además de ver de nuevo en entredicho su imagen, ya empañada por repetidos escándalos, en particular el caso Cambridge Analytica en 2018, Facebook podría verse afectado si el Congreso intenta legislar impulsado por estas revelaciones.

La empresa «no sabe regularse a sí misma», afirmó la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.

Pero aunque los legisladores estadounidenses llevan años amagando con regular el negocio de Facebook y otras plataformas, no ha habido grandes revisiones legislativas.

Por su parte, Facebook se esfueza en contener los daños. «Si fuéramos una empresa que no se preocupa por la seguridad, que prioriza las ganancias, no estaríamos haciendo este tipo de investigación», aseguró su vicepresidenta Monika Bickert, refiriéndose a los estudios sobre la salud mental de niñas afectada por Instagram. La empresa también afirma que «es demasiado fácil» buscar una explicación tecnológica para la polarización política en EEUU.

El incidente advierte de que nada es demasiado grande para caer

El apagón global sin precedentes obligó a miles de millones de usuarios a prescindir de todos los servicios de Facebook, WhatsApp a Instagram, Messenger y Oculus. Facebook se limitó a explicar que fue causado por «cambios en la configuración de los enrutadores troncales que coordinan el tráfico de Internet entre nuestros centros de datos». Expertos en ciberseguridad creen que el incidente esté relacionado con un problema de mantenimiento del Border Gateway Protocol, que permite crear una ruta de acceso viable entre una computadora y un sitio web, como un controlador de tráfico que, al actualizar esas rutas, tomó un camino equivocado y dejó sus plataformas inaccesibles. El apagón advierte del peligro de que nada es demasiado grande para fallar en el mundo digital y sobre los límites de la concentración de servicios en internet. Las interrupciones son frecuentes en las redes pero la magnitud del apagón del lunes no tiene precedentes y se produce a la vez que la nueva denuncia sobre los efectos tóxicos de sus servicios. Además, durante varias horas Facebook no pudo publicar anuncios, su principal fuente de ingresos. En Wall Street, la acción cayó casi un 5% el lunes. Las desgracias del grupo han sido una bendición para sus competidores. La mensajería de Telegram subió del puesto 56 al 5 de las aplicaciones gratuitas más descargadas en EEUU. También aumentaron las suscripciones en Signal.GARA