GARA
gasteiz

Azpiazu pide solo enmiendas que sean «realistas y viables»

Los consejeros del Gobierno de Lakua iniciaron ayer su paso por el Parlamento para ir explicando las cuentas de cada departamento. El primero fue el responsable de los presupuestos generales, el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, que recordó que el proyecto asciende a 13.107,8 millones de euros, lo que supone un incremento del presupuesto operativo de un 6 % con respecto al de este año. Esto es en términos de enero a enero, porque el presupuesto del Ejecutivo en setiembre de 2021, cuando se preparaba este proyecto, había subido ya a 13.087 millones.

Pedro Azpiazu destacó ante los parlamentarios que la «seña de identidad» de este presupuesto es la inversión pública como instrumento para el relanzamiento económico de la CAV, con un total de 1.605 millones de euros.

El consejero invitó a los grupos de la oposición a acordar «mejoras sociales y políticas sectoriales razonables», pero recordó que el Gobierno integrado por el PNV y el PSE cuenta con mayoría absoluta en el Parlamento, por lo que la aprobación del presupuesto está garantizada con independencia de cuál sea la posición del resto.

Según Azpiazu, «serán bienvenidas las sugerencias, enmiendas o acuerdos» que se mantengan dentro de competencias autonómicas y el «principio de realismo político-económico capaz de generar mejoras en las cuentas presentadas para que tengan viabilidad política amplia». «Espero encontrar actitudes que denoten reales voluntades de negociar y quien quiera acordar mejoras sociales y en políticas sectoriales razonables acomodadas en el fin de impulsar la economía y el empleo en Euskadi, nos encontrará de cara».

Críticas de la oposición

Desde EH Bildu, reprochó al Gobierno que se llegue con un modelo de negociación encorsetado y muy limitado en el tiempo. La parlamentaria Leire Pinedo recordó que los ejecutivos del Estado español y de Nafarroa inician sus conversaciones antes de aprobarlos en sus respectivos consejos de gobierno y presentar luego un proyecto cerrado al Parlamento, con la posibilidad de hacer muy pocos cambios. Pinedo reclamó al consejero que «abra el abanico» y permita abordar en el proceso de diálogo cuestiones que aunque no sean exclusivamente presupuestarias, como una posible reforma fiscal, resultan «básicas».

Por parte de Elkarrekin Podemos-IU, David Soto subrayó que su grupo siempre plantea propuestas «realistas». Aunque mostró su voluntad de acuerdo, cuestionó que el Gobierno vaya a dejar margen para incorporar a las cuentas «propuestas de cierto calado», ya que Azpiazu dejó claro que el proyecto tiene poco margen de «mejora».

El parlamentario de PP+Cs Luis Gordillo puso en duda que las previsiones sobre las que se ha elaborado el presupuesto vayan a cumplirse, dado que la mayor parte de los organismos económicos ya están «ajustando» sus estimaciones.