Enric Vivanco Fontquerni
KOLABORAZIOA

Acuerdos para incumplirlos

Los rituales políticos, son infinitamente más nocivos que los religiosos, porque estos proponen una vida al exterior de las miserias vividas, en cambio la política quieren convencerte que lo imaginado es lo real. La firma, dentro del propio Gobierno, para derogar una ley que está en el limbo, sin la menor concreción, es como si dos cardenales firmasen la existencia de Dios. Francamente es una humillación para el que se dedica a pensar un mínimo dentro de su tiempo libre.

Mientras todo este carnaval político pulula por todo el planeta, como estamos observando en Glasgow, con sus aviones privados, sus coches blindados, comiendo hamburguesas vegetales y zumos regados con alcohol y otras sustancias farmacéuticas. Solo nos queda que todos los volcanes activos hagan su trabajo y limpien toda esta inmundicia que estamos viviendo. Es ya imposible parar el incremento de la temperatura media en el planeta, que solo se hubiese podido frenar con medidas contundentes hace 50 años. En cambio, el capitalismo entonces firmó su propia sepultura.

La política empresarial de los años sesenta, inició una carrera loca y estúpida para bajar los costos, como objetivo primordial. Deslocalizaciones buscando mano de obra esclava, paraísos fiscales, recortes sociales en el centro del sistema y la joya de la corona: explotar las energías fósiles hasta dejarlas en los huesos. Como se puede apreciar todas estas acciones destilan una gran sabiduría en todas las decisiones, cuyo único fin, era que la población fuese consumidora de sus propia existencia, sin tiempo libre para pensar, ya sea haciendo cola en las carreteras, o en los andenes con vagones superpoblados, o para coger un avión para pobres subvencionado; no da tiempo para nada más.

Ahora por toda Europa se está intoxicando con la maravilla de la recuperación del empleo. El cambio económico que se avecina es de una inflación descontrolada sistémica, ya que la reconversión energética, que ya se ha iniciado para los que nunca se enteran de nada, la pagarán los de siempre. Esta inflación, que puede ser de largo alcance, Alemania no la tolerará, e impondrá medidas de austeridad drásticas, ya que jamás facilitará una inflación elevada. Y los forofos de la UE, podrán decir que gracias a ella podremos comer el resto de los huesos que Alemania ofrecerá.