Chascarrillos
A los días marcianos hay que responder con poética lunera. ¿Es posible asistir a los tumultos interiores de los partidos políticos con cara de sospechoso habitual y no soltar una carcajada sorda? Al ver el cartel que ha ganado para anunciar los sanfermines de este año, he sentido el peso de la desobediencia incivil que ha caracterizado mi peregrinaje por todos los centros de rehabilitación para poetas románticos. ¿Cómo es posible que existan votaciones fraudulentas para que gane un determinado cartel? ¿Hasta dónde ha llegado la alteración algorítmica de la vida cotidiana? ¿Dónde dejamos colgada la cordura social, artística, cultural o política? Por cierto, dicen los organizadores que se anularon seiscientos votos y electrificado por el contexto. Me pregunto, ¿cómo sabemos que el ganador es el que ha sido votado popularmente de verdad? Ese cartel ganador ¿es moderno, posmoderno, anacrónico, populista o simplemente hecho por ordenador siguiendo una estética híbrida? Ahí está la cuestión.
Pero cuando a una mujer llamada Paz la destituyen al frente de los espías sordos del CNI, estamos ante un episodio de malversación de los recursos de control. Pregunto, a gritos, si es necesario, ¿por qué la destituyen? Estamos ante una mala jugada de billar a cinco bandas jugado en un superficie ondulada. Y con bandas movibles y escondidas en la frondosidad de la insuficiencia democrática. Esperemos a ver cuánto tarda Pablo Iglesias en hacer declaraciones en cualquiera de los muchos medios de comunicación donde actúa con diversos tonos y maquillajes para hacerse cargo de esta decisión, ya que ha demostrado que es capaz de catalizar todos los fracasos de la izquierda más allá del partido que fue zombi y encontró una pequeña guía nocturna que le llevó a donde estamos hoy. El reino de los chascarrillos políticos.

GARA es segundo en Gipuzkoa y NAIZ sigue creciendo con fuerza

«Goonietarrak», 40 urte: bihotzeko ganbaran gordetako altxorra

«Elektronika zuzenean eskaintzeko aukera izango dugu orain»

«Gizarte aldaketa handi bat» eskatu du euskararen komunitateak
