David LAZKANOITURBURU

«Libertades» que matan y niegan derechos

Poco podían sospechar los promotores de la Segunda Enmienda de la Constitución de EEUU, la que desde 1791 garantiza el «derecho» de los estadounidenses a tener y comprar armas, que 200 años después la mayor parte de ellos, y el mundo, se fuera a despertar prácticamente todas las semanas compungida por matanzas en supermercados, escuelas…

La enmienda, que fue impulsada para armar a los «patriotas» que lucharon y lograron la independencia del imperio británico y para llevar a cabo una peligrosa y, en muchos casos, exterminadora colonización del país, de este a oeste, es el asidero al que se aferran, ahistóricamente, los lobbies de armas y sus avalistas del Partido Republicano para bloquear un control de la venta de armas bendecido en sucesivas sentencias hasta por el Supremo estadounidense.

No acaban ahí las inercias paralizantes del pasado. La arquitectura de poder en EEUU está tan entreverada de pesos y contrapesos que, en la práctica, cualquier iniciativa presidencial y legislativa de calado es bloqueada automáticamente.

El cuadro se completa con la judicialización de la vida política del país por parte de los estados más retrógrados y xenófobos que, manipulando torticéramente las ideas de libertad y de soberanía frente al Gobierno federal, se apoyan en un tribunal, el Supremo, que se convierte en la verdadera clave de bóveda del poder. De ahí la importancia, y el empeño, de los republicanos por asegurarse una mayoría de jueces (ultra)conservadores. Que son los que, al fin y a la postre, les permiten cercenar el derecho a abortar e impulsar políticas que restringen el derecho a votar a las minorías.

EEUU vive en un bucle sangriento en el que, en nombre de una supuesta libertad, se cercenan derechos tan básicos como el de no morir tiroteado o el de interrumpir el embarazo.

No tengo yo muy claro que acabar con esa «trampa seudolibertaria» fuera a acabar con problemas como el de la violencia, que se revelan estructurales en la desestructurada y compleja sociedad de EEUU. Pero sería un paso. Y no lo dan.