Iker BIZKARGUENAGA

Westminster empieza a trabajar la norma sobre la oficialidad del gaélico

Con todas las prevenciones derivadas de la actitud histórica de Londres en la materia, ayer fue un día histórico para el reconocimiento como lengua oficial del gaélico irlandés por la Administración británica. Westminster empezó a trabajar la norma sobre su oficialidad.

El proyecto de ley que pretende establecer la oficialidad del gaélico, así como del Ulster Scots –un dialecto del Scots que se habla en el norte de Irlanda y en otras partes de esa isla–, comenzó ayer mismo su andadura en el Parlamento británico, lo que supone un hito y el cumplimiento de una promesa largamente demorada.

De hecho, la tramitación del proyecto se ha retrasado durante meses, ya que el Gobierno británico acordó inicialmente aprobarlo en Westminster el pasado otoño, para resolver la división de Stormont sobre este tema.

Con todo, se esperaba que los trabajos en torno a este proyecto, que forma parte del acuerdo “Nueva Década, Nuevo Enfoque” de 2020, que restauró las instituciones de Stormont, empezaran a desarrollarse antes de que concluyera el mandato de la Cámara, y finalmente parece que así va a ser.

El proyecto de ley, si todo va como está previsto, proporcionará «reconocimiento y protección» a la lengua irlandesa, también desde la Administración británica, y según destaca la BBC en su edición digital, en ese camino se espera que el Ejecutivo presente primero la legislación en la Cámara de los Lores, para desde ahí comenzar su andadura parlamentaria.

La nueva legislación otorgará a la lengua irlandesa un estatus oficial y permitirá el uso del gaélico en los tribunales, entre otras medidas. Asimismo, el proyecto de ley sobre Identidad y Lengua de Irlanda del Norte también prevé crear una Oficina de Identidad y Expresión Cultural.

O'Neill: «Un día histórico»

En declaraciones recogidas por la radiotelevisión pública británica, el secretario de Estado para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, declaró que la ley representa un «hito importante» para Irlanda del Norte.

«Esta legislación está cuidadosamente equilibrada, según lo negociado por todas las partes, para garantizar que todos en Irlanda del Norte se beneficien», añadió.

«La legislación no solo cumplirá fielmente las medidas de Nueva Década, Nuevo Enfoque, sino que también, y esto es muy importante, garantizará que se sigan aplicando los principios de respeto y tolerancia, tal y como se recoge en el Acuerdo de Belfast», apostilló Lewis, en referencia a los acuerdos de Viernes Santo.

Por su parte, la líder de Sinn Féin en los seis condados del norte de Irlanda, Michelle O'Neill, calificó de «histórico» el día, e instó, desde su cuenta de Twitter, a que el proyecto se convierta en ley «sin demora».

«El día de hoy pertenece a la comunidad lingüística irlandesa, es su resistencia y dedicación lo que ha asegurado que hayamos alcanzado este hito monumental», valoró la dirigente republicana, gran vencedora de las recientes elecciones en el norte de Irlanda.

Desde el colectivo que trabaja en defensa del gaélico Conradh na Gaeilge, su director, Conchúr Ó Muadaigh, coincidió en el carácter histórico y emotivo de la jornada, aunque apeló a la cautela en declaraciones a la BBC: «No somos ingenuos. Esto es solo el principio de un viaje legislativo para este proyecto de ley».

«Y, por supuesto, nuestra propia y dolorosa experiencia con el gobierno británico nos enseñó a no dar nada por sentado aquí», añadió.

También recordó que una vez promulgada la ley, se debe nombrar a un comisionado que desarrolle normas de buenas prácticas, «que se convertirá en la prueba de fuego inmediata para el Gobierno británico».

«Tener una legislación es una cosa, actuar sobre ella es la verdadera prueba: sin la acción inmediata, esta legislación no valdrá ni el papel en el que está escrita», advirtió en ese sentido.