Mikel Landa afronta las dos últimas jornadas de montaña del Giro sin conformarse con el podio que tiene casi asegurado al no poder tomar la salida ayer por un positivo de covid Joao Almeida en una etapa en la que Dries de Bondt dio al Alpecin la tercera victoria en una escapada que ganó el pulso al pelotón.

El alavés declaró tras cruzar la meta que no se conforma con el tercer puesto: «El abandono de Almeida va a tener importancia porque ahora el podio está más seguro y no tendré tanto miedo para arrancar. Mañana –por hoy– hay un puerto muy duro, aunque queda lejos de meta y, si hay oportunidad, no la voy a desaprovechar. No pienso solo en la etapa del sábado».

La de hoy entre Marano Lagunare y Santuario di Castelmonte, de 178 kilómetros, acaba en un puerto de Segunda de 7,3 kms. al 6%, tras subir el durísimo Kolovrat en Eslovenia (10,4 kms. al 8,9%). La retirada de Joao Almeida le permite no tener que asumir la presión de distanciar al portugués como el martes y el miércoles, cuando se vio obligado a asumir más desgaste que Carapaz y Hindley. Los dos primeros, separados por tres segundos, intentarán atacarse para lograr un margen a su favor para la crono del domingo y el alavés puede aprovecharlo. Pello Bilbao mejoró una plaza en la general, ahora es quinto a medio minuto de Nibali, y opta a su mejor plaza en una grande.

Oliver Knight en Nafarroa

Oliver Knight (Aix en Provence) ganó ayer la primera etapa de la Vuelta a Nafarroa con salida y llegada en Zangoza, de 140 kilómetros, tras una larga escapada de más de 60. Llegó a la meta con 1:36 a Mikel Mujika (Telco’m) y Álex Díaz (Baqué) y 1:44 a un primer grupo en el que Andoni López de Abetxuko (Caja Rural) fue octavo, y Xabier Berasategi (Laboral Kutxa), noveno. La segunda etapa sale de Cáseda y acaba a Larra-Belagua tras 163,3 kilómetros y una ascensión final de 9,3 kms. al 6,4%.