Marcel PENA

DEL COMPROMISO A LA REALIDAD: EL GÉNERO EN LA ACCIÓN HUMANITARIA

Una mesa redonda con representantes de organizaciones y ONG que trabajan con personas desplazadas en países como Kenia, Costa Rica, Palestina y Líbano analizó el pasado martes en Bilbo el papel de las mujeres en la Acción Humanitaria en situaciones de crisis.

Representantes de organizaciones sociales de África, América Latina y Oriente Medio explicaron sus experiencias en el mundo de la cooperación, en el marco de las XIII Jornadas Estrategias Positivas de Desarrollo, dedicadas al ‘Género en la Acción Humanitaria: Cómo convertir nuestro compromiso en realidad’, llevadas a cabo este lunes y martes.

Concretamente, en Bizkaia Aretoa de la UPV, en Bilbo, se celebró la ‘Mesa de experiencias de África, América Latina y Oriente Medio’, en la que participaron Eunice Achieng, de Foundation for Health and Social Economic Development Africa (Hesed) de Kenia; Adam Álvarez, del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) de Costa Rica; Tamador Akel, de Agricultural Developement Association (PARC) de Palestina; y Tira Hamdan, de Thee Popular Aid for Relief and Developement (PARD), de Líbano. El debate fue presentado por Pilar Díez, técnica de cooperación de eLankidetza – Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo, entidad organizadora, y moderado por la directora del Instituto Hegoa de la UPV, Irantzu Mendia.

Durante el debate, Mendia puso sobre la mesa el tema de las «buenas prácticas» y cómo se organizan internamente esos colectivos para trabajar con perspectiva feminista y atajar las «masculinidades». En este sentido, Achieng explicó que en Kenia existe un equilibrio entre hombres y mujeres en su organización, ya que el papel de ellos es importante, sobre todo a nivel religioso, al ser los encargados de contactar con las mezquitas. Si bien destacó que las mujeres se encargan de «sostener» la entidad, confesó que aprovechan «las fortalezas de cada género» para llevar a cabo su trabajo.

Por su parte, Álvarez detalló algunos de los procesos que piden en el SJM y que pasan por la «deconstrucción» de la masculinidad hegemónica, más teniendo en cuenta que se encuentran en «zonas de violencia, como Sudamérica». Así, a través de entrevistas personales intentan involucrar a los hombres en estos procesos, o por el contrario detectar aquellos «con interés por avanzar». «Nunca se está completamente deconstruido, es un proceso que no termina nunca», explicó el único hombre entre los ponentes.

Sobre este asunto, Akel detalló cómo desde PARC ayudan a las mujeres a tener entornos de trabajo seguros para ellas. Uno de los temas de los que se encarga PARC es ofrecer «empoderamiento económico» a las mujeres en Palestina, a través de programas para la rehabilitación de tierras. Debido a que la mayoría de terrenos son propiedad de hombres, solo entre un 3 y 5% de las tierras palestinas son de titularidad femenina, a pesar de que un 40% de las mujeres trabaja en el sector de la agricultura.

Esto constituye, según Akel, un obstáculo a la participación de las mujeres en las actividades sociales, sobre todo «en las comunidades más estrictas y conservadoras», por lo que ahora, en el reparto de tierras, aplican una «discriminación positiva» para que las mujeres estén en igualdad de condiciones. Según los datos de PARC, cuando iniciaron su programa en 2017 recibieron más de 100 solicitudes, de las cuales solo cinco eran de mujeres. Ahora, cinco años después, 16 mujeres están participando en los programas de rehabilitación de las tierras.

Comités de mujeres

Finalmente, Tira Hamdan narró sus experiencias colaborando en campos de refugiados en Líbano, desde su propia condición de refugiada palestina. Aunque en la ONG existe la «igualdad de salario y oportunidades», en los campos de refugiados las mujeres sufren una doble discriminación, por su condición de mujer y de refugiadas. Apartadas de las «elecciones» de los asentamientos palestinos, gobernados mayoritariamente por unos comités populares formados por hombres, las mujeres se han organizado en sus propios comités. Tal como explicó Hamdan, los comités de mujeres se ocupan de otro tipo de labores, relacionadas con la lucha contra el analfabetismo, concienciación femenina, organizar animaciones infantiles o «un trabajo en resolución de conflictos». Un papel que calificó como «muy importante en tiempos de paz, pero también de desastres» como los que vive cíclicamente Líbano, haciendo lo necesario para facilitar la vida a las personas desplazadas.

Las XIII Jornadas Estrategias Positivas de Desarrollo contaron con distintas conferencias y debates orientados a analizar la perspectiva de género en las iniciativas humanitarias.