En un momento en el que está en juego la pugna entre la democracia liberal y el autoritarismo, EH Bildu es «líder en democracia participativa», en municipalismo, y, por tanto, «los ayuntamientos jugarán un papel determinante» en la «lucha por las libertades, la vertebración del país y la soberanía».

Esa es la reflexión que lanzó ayer el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ante alcaldes y concejales de la formación y electos municipales llegados del extranjero en el marco de la primera Conferencia Municipalista que celebra la coalición soberanista en Iruñea.

El escenario escogido para la conferencia de ayer fue el Baluarte, donde Otegi comenzó su intervención saludando, en tono jocoso, al parlamentario del Sinn Fein y experto en política de vivienda, Eoin O´Broin: «Quién nos iba a decir a ti y a mí, después de tantos años, que estaríamos hoy aquí hablando de políticas de vivienda».

En un tono más serio, señaló que EH Bildu es «líder en otro modelo de democracia», más participativa y cooperativa. Y afirmó que «las transformaciones sociales se hacen con la gente, construyendo alianzas plurales, con gente que piensa diferente», pero que entiende que «hay que remar juntos porque los retos son muy importantes».

«Hay gente que cree que las revoluciones y las transformaciones se hacen en Twitter, nosotros creemos que se hacen todo los días, tomando decisiones con la gente» y «en las instituciones más cercanas a la gente como son los municipios», insistió Otegi.

Parte de un proyecto «integral»

Con todo, situó el municipalismo de la coalición soberanista en un «proyecto integral», que busca «una república vasca de iguales, la vertebración territorial del país, la soberanía del país y la construcción de alternativas progresistas e igualitarias».

Para entender el proyecto de EH Bildu en términos territoriales, Otegi recordó cómo en momentos históricos el papel de los ayuntamientos fue crucial: «En el 31, en el Estatuto de Lizarra se hizo a través de la asamblea de alcaldes vasco-navarros y, al inicio de eso que llaman Transición, fue el movimiento de alcaldes quien reivindicó la soberanía plena de este país».

Así, insistió en remarcar la magnitud de «los retos que vienen», pero desde una visión optimista: «Este país tiene alternativa, tiene confianza en sus fuerzas, tiene esperanza y tiene un plan». Una hoja de ruta en la que los consistorios serán, de nuevo, fundamentales, sobre todo «en la vertebración del país y en la lucha por las libertades».

«Nadie nos va a robar la sonrisa, nadie nos va a parar, porque este es un país que ha hecho frente a los retos en las circunstancias más difíciles y así lo hará en el futuro», sentenció.