Raimundo FITERO
DE REOJO

Una escafandra multifunciones

La sensación de que los contagios de la covid-19 se están extendiendo la confirma alguna estadística y las consideraciones de los responsables de sanidad que dejan a la ciudadanía desconcertada. Si se reclama la cuarta dosis a los mayores de sesenta años, si hoy dicen que sí y mañana que no al uso de las mascarillas, si no se dan datos oficiales ya que no se hacen tests, se puede pensar que estamos no ante una gripalización sino a una mercantilización temporal de los peligros en favor de la economía turística.

En vez de mascarilla deberemos ponernos escafandra, porque los métodos mafiosos de implantación de Uber es una expresión total de la violencia en la que se mueven los negocios más necesarios cuando se intentan monopolizar y desregularizar. Gastarse millones de euros o dólares (hoy vale lo mismo un dólar que un euro, asunto grave) para influir en las decisiones, meter en el asunto a un joven Macron, escuchar a los conductores de esta plataforma que se consideran esclavos, nos deja estupefactos, pero comprendiendo que cuando se hacen leyes y reglamentos de urgencia para beneficiar a estas empresas, es que existe corrupción.

Lo mismo que en la guerra sucia tan largamente experimentada por las pestilentes connivencias entre periodistas, medios, ministerio y consejería del Interior y cloacas y vertederos.

Desde esta esquina dijimos muchas veces que todo lo que se estaba aplicando contra los vascos disidentes, se aplicaría después en otros lugares, como pasó en Catalunya y como ha pasado, y sigue pasando, con partidos que se salen del pacto cambista.