Amaia U. LASAGABASTER
FÚTBOL

Ni renuncia ni petición de destitución y sí reclamación de avances

Las internacionales lamentan que la RFEF haya hecho públicos sus mensajes, que eran de respuesta, «de forma parcial e interesada».

Vilda junto a las internacionales españolas.
Vilda junto a las internacionales españolas. (D. MEYER | AFP)

La Federación Española publicó un comunicado en la noche del jueves anunciando que 15 jugadoras -incluyendo a Nerea Eizagirre, Amaiur Sarriegi y Ainhoa Vicente- renunciaban a la selección española. Todas ellas, a las que se unió Alexia Putellas, publicaron a su vez una nota ayer, en la que desmintieron la filtración «parcial e interesada» de sus mensajes, así como varias de las aseveraciones de la RFEF. También apuntaron los motivos generales que han desembocado en esta situación aunque no entraron en detalles.

Es muy significativo que los mails que enviaron a la Española fueran, en realidad, «en respuesta a la petición de la propia Federación de conocer quiénes no queríamos ser convocadas». Lamentan, además, que la RFEF «haya hecho pública de forma parcial e interesada una comunicación privada, que afecta a nuestra salud, que es parte de nuestra intimidad».

Destacan, igualmente, que no «renuncian» a la selección, sino que «solicitamos no ser convocadas hasta que no se reviertan situaciones que afectan a nuestro estado emocional y personal, a nuestro rendimiento y, en consecuencia, a los resultados de la Selección y que podrían derivar en indeseables lesiones». Y también desmienten que hayan «pedido nunca el cese del seleccionador. Entendemos que nuestro trabajo no es en ningún caso elegir dicho cargo pero sí expresar de forma honesta y constructiva lo que consideramos que puede mejorar el rendimiento del grupo».

En este sentido, aseguran que «queremos una apuesta decidida por un proyecto profesional en el que se cuiden todos los aspectos para sacar el mejor rendimiento a un grupo de jugadoras con las que consideramos que se pueden conseguir más y mejores objetivos».

Ante las acusaciones de «chantaje» se preguntan «¿alguien puede pensar que, a ocho meses del Mundial, un grupo de jugadoras del máximo nivel, que es lo que nos consideramos, se plantea esta decisión, como se ha dado a entender públicamente, como un capricho o un chantaje?».

Recuerdan que «solicitando no ser convocadas, penalizamos nuestra carrera profesional, nuestra economía y por supuesto seguir construyendo algo importante en el fútbol femenino. Porque llegar a donde estamos ha costado años de esfuerzo de muchas personas. Y todavía quedan muchas cosas por mejorar como se está demostrando recientemente». En la misma línea, aseguraban que «desde nuestra ambición como jugadoras, luchadoras y ganadoras, tan sólo deseamos poder volver a conseguir los máximos éxitos profesionales y personales».

Denunciaban, por último, «el tono de infantilización con el que la RFEF concluye su comunicado» y lamentaban que «en el contexto del deporte femenino tengamos que llegar a este extremo, como por desgracia ha sucedido en otras selecciones y otros deportes a nivel mundial».