Manex ALTUNA
Entrevista
GORDON STRACHAN
Exjugador y entrenador de fútbol escocés

«Proceder de una zona minera influyó en Busby, Shankly y Stein»

Dicharachero y apasionado, Gordon Strachan (Edimburgo, 1957) es un icono del fútbol escocés. La proyección del documental ‘The Three Kings’ sobre los míticos entrenadores Matt Busby, Bill Shankly y Jock Stein le ha traído al festival Thinking Football que organiza la fundación del Athletic.

Pese a su estatura de 1,68 metros, Gordon Strachan destacaba en el medio del campo por su fortaleza física, velocidad y toque, además de su cabello pelirrojo. Disputó los Mundiales de 1982 y 1986 con Escocia y ganó un título europeo con el Aberdeen de Sir Alex Ferguson. Coincidieron de nuevo en el Manchester United entre 1984 y 1989. Después bajaría un escalón para acariciar la gloria en Leeds con un ascenso y título de liga. Se retiró a los 40 años en el Coventry ejerciendo de jugador y entrenador. Su carrera en los banquillos ha tenido más altibajos, con trofeos en el Celtic, y sin demasiado éxito en su selección.

En la actualidad reside en Birminghan, donde dirige una fundación sin ánimo de lucro para ayudar a jóvenes a formarse uniendo educación y fútbol. También ejerce como director de la academia del Dundee. Esta semana ha asistido al festival Thinking Football del Athletic por la proyección del documental ‘The Three Kings’ que narra la historia de Matt Busby, Bill Shankly y Jock Stein. Los tres entrenadores nacidos en los alrededores de Glasgow conquistaron ligas, copas y títulos europeos al frente de Manchester United, Liverpool y Celtic, respectivamente.

¿Cómo explica el éxito futbolístico de técnicos escoceses como Busby, Shankly y Stein en los sesenta y setenta?

Los tres proceden de la clase trabajadora de una zona minera y eso influyó en su modo de entender el fútbol. En el trabajo en la mina es necesario cubrir las espaldas de tu compañero y cuidar del otro, porque si alguno falla, hay consecuencias graves. Por eso creen en la idea de que el equipo está por encima de todo. Eran hombres muy trabajadores, pero sobre todo consideraban que el grupo es lo más importante. Te decían a la cara lo que pensaban de tí, eran honestos y, por eso, eran expertos en liderar esos grupos.

¿En qué se diferenciaban?

Busby era un tipo amable, pero reservado. En cambio, Shankly era más extrovertido, de dar discursos. Cuando jugué en el Aberdeen, Sir Alex Ferguson nos llevaba a ver partidos de equipos pequeños y en los viajes nos ponía grabaciones de Shankly hablando sobre el fútbol y la vida. Stein era de otro estilo. Tenía presencia, era un gran hombre. Le veías entrar en una habitación y sin conocerle ya sabias que era alguien importante. Tenía ese aura. Falleció tras sufrir un ataque al corazón en un partido de clasificación para el Mundial de 1986 contra Gales. Su última decisión táctica fue sacarme del campo. Íbamos empate a uno y ganamos por 2-1, por lo que acertó.

Ha citado a Ferguson, ¿cree que debería ser el cuarto rey?

Yo diría que es el rey de reyes. Estuve con él durante nueve años y, aunque después hemos tenido alguna tirantez, hace unos años resolvimos nuestras diferencias. Además, los hijos de ambos trabajan juntos y han formado parte del mismo cuerpo técnico. No le gustó que dejara el Manchester United para ir al Leeds y que después ganara la liga. En ese momento se rompió algo y tampoco llevó bien cuando le gané algún partido como entrenador, por ejemplo, con el Celtic en Champions.

Triunfaron juntos en el Aberdeen en los ochenta.

Fuimos el último equipo que se impuso en una final europea al Real Madrid. Ganamos la Recopa en 1983. Todos los jugadores éramos escoceses y el más veterano tenía 27 años. Ferguson tenía mucho carácter y la verdad es que teníamos miedo de él, asustaba. Sin embargo, supo sacar lo mejor de todos. Consiguió cambiar la mentalidad de los jugadores para convencerse de que no era suficiente con sacar algún buen resultado contra Celtic o Rangers. Éramos un grupo de buenos jugadores y nos convirtió en una máquina de ganar partidos.

Escocia disputó tres mundiales de manera consecutiva -1982, 1986 y 1990-, pero lleva ya más de veinte años sin lograr la clasificación.

El fútbol europeo ha cambiado mucho en los últimos 40 años. Antes era más fácil clasificarse porque había menos equipos y todos jugaban de forma similar. Hay selecciones que han evolucionado mucho, cada una con su estilo y tienen más población que nosotros. Además, la reglamentación ya no permite intimidar jugando duro y los campos de hierba también han mejorado.