Koldo LANDALUZE
DONOSTIA
CRÍTICA: «IZURDE MUTIKOA»

El diferente

Paycom Multimedia, responsable de películas animadas como “Orkestra Lurtarra”, de Imanol Zinkunegi y Joseba Ponce, presenta en nuestras pantallas esta nueva propuesta en la que se nos narra la historia de un niño que fue criado en el fondo del mar y emprenderá la búsqueda de sus orígenes en la superficie.

Mohammad Kheyrandish ha sido el encargado de dirigir esta modesta y entrañable producción rusa destinada a ser disfrutada por el público más joven y cuya trama arranca en el mismo instante en que unos delfines rescatan a un niño perdido en mitad del mar. No dudarán en acogerlo entre los suyos. La feliz rutina de este atípico clan salta por los aires tras la irrupción de un monstruoso pulpo empeñado en gobernar sobre todas las criaturas que habitan el fondo del mar.

Tras este episodio, al pequeño protagonista le tocará emprender una aventura iniciática en la superficie después de ser desterrado por el nuevo gobernante y, para llevarla a cabo, contará con la ayuda de un marino afable y su hermano delfín.

“El niño delfín” es un relato que reincide en los valores de la amistad y la solidaridad, y sobre todo en la necesidad de no señalar al prójimo a pesar de que su aspectos sea diferente al nuestro.

Se trata, en definitiva, en un pequeño cuento sobre redescubrimientos personales que goza de un acabado técnico bastante correcto y en el que destacan el diseño de sus personajes y una paletas de colores muy vivos que resaltan los paradisíacos fondos acuáticos y la isla habitada por humanos.

Música y humor también se dan cita en esta propuesta sustentada en un ritmo bien calculado y que nunca cae en lo mareante. Este filme también incluye algunas secuencias de acción realmente espectaculares.