Lakua ve «muy buena acogida» a los baremos contra la segregación
Los nuevos baremos de matriculación introducidos por Educación de Lakua para el curso 2023-24 ya han sido compartidos con las direcciones de los centros y han recibido «muy buena acogida» aunque también «incertidumbre», explicó la viceconsejera, Begoña Pedrosa.

Las reformas educativas en marcha en la CAV incluyen nuevos baremos para el curso 2023-24 que tienen como objetivo combatir la segregación y empezar a equilibrar las redes públicas y privadas. Son conocidos desde noviembre, pero ayer el Departamento de Educación de Lakua dio un nuevo paso con su presentación oficial y con la noticia de que ya han sido trasladados a las direcciones de centros, tanto públicos como concertados.
Lo confirmó en la comparecencia la viceconsejera, Begoña Pedrosa, quien añadió que «las medidas en general han sido muy bien acogidas», porque responden a la intención de «trabajar de manera más corresponsable frente a la segregación en Euskadi».
Matizó que «obviamente hay que entender que estos cambios estructurales generan siempre cierta incertidumbre, porque cada equipo directivo tiene que prever cómo va a impactar esto en sus modelos de matriculación».
Plazas
Estas medidas fijan que en el proceso de matriculación que arrancará en febrero todos los centros educativos sufragados con fondos públicos deberán reservar un número de plazas para el alumnado vulnerable, con el objetivo de lograr una distribución «más equilibrada» del alumnado desde su ingreso en Educación Infantil (2 años).
Por otro lado, los criterios y principios empleados en el proceso de matriculación se hacen extensivos a la matricula viva, es decir, aquella que se da con el curso iniciado y fuera del proceso oficial de matriculación.
El planteamiento global de las nuevas medidas, precisó Begoña Pedrosa, se basa en el desarrollo de un proceso que, comenzando desde la entrada a las aulas de 2 años, vaya, curso a curso y de manera progresiva, extendiéndose a lo largo de todo el sistema educativo, «de forma que en ningún caso se plantee que el alumnado actualmente escolarizado en un centro tenga que moverse a otro».
El proceso de admisión tratará de ofertar a cada alumno el centro priorizado por las familias, y solo en el caso de que en ninguno de los seleccionados hubiera posibilidad de escolarización se ofertaría otro centro que, reuniendo las características marcadas, sea próximo al domicilio del alumno.
Según reconocieron los responsables del Departamento de Educación, la situación «más complicada» se da con los alumnos llegados de fuera del Estado español, donde hay una situación de segregación mas amplia, y con el alumnado de nivel socioeconómico más bajo la distribución «no es muy equitativa».
Vulnerabilidad
El nuevo Índice de Vulnerabilidad, delimitado tras someter a las familias a una encuesta sobre su situación socioeconómica, determinará qué alumnos son vulnerables y quiénes no.
De esta manera, se definirá el nivel referencial de cada zona, con el número de plazas que habrá que reservar para el alumnado vulnerable en cada centro. Educación definirá de oficio la reserva para cada centro, con el objetivo de que todos los ubicados en un área de influencia se acerquen al índice de vulnerabilidad correspondiente a esa zona.

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