Sare constata que una mayoría social rechaza la excepcionalidad

Los portavoces de Sare Herritarra, Joseba Azkarraga y Bego Atxa, comparecieron ayer en Bilbo para hacer una valoración tras la masiva manifestación en favor de los derechos de los presos y presas vascas que la víspera inundó las calles de la capital vizcaína.
La asistencia de 67.000 personas, según el recuento de GARA, supone un espaldarazo para la labor que desarrolla esta plataforma en favor de los derechos y la justicia. Según explicaron, la movilización es una demostración más de «la voluntad de una gran parte de la sociedad vasca de avanzar». Comparten la idea de que se trata «de poner fin a la excepcionalidad que aún se aplica a los presos y presas vascas».
La marcha supone «un respaldo a lo que desde hace años venimos reivindicando: fin de las excepcionalidades; respeto a todas las víctimas de la violencia y tratamiento igual, para todas ellas». Esto quedó claro en el coloquio que tuvo lugar la mañana del sábado, antes de la movilización, en la que víctimas de diferentes violencias compartieron sus vivencias ajenas al odio y plantearon sus demandas justas.
Etxera Bidea Gertu
Según señalaron Atxa y Azkarraga, este lema compila el que será su trabajo en esta nueva fase. Este será, «a partir de estos momentos, el camino a seguir», resumieron. No obstante, advirtieron que «hacerlo posible dependerá de la capacidad que tengamos entre todos», citando expresamente a los «ámbitos político, sindical y social». Solo con ese trabajo en común se podrá «ir sustituyendo la excepcionalidad jurídica por una política penitenciaria ordinaria».
A modo de colofón, los portavoces de Sare subrayaron que este debe ser «un reto colectivo y un trabajo compartido entre todos y todas».
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