Raimundo FITERO
DE REOJO

Avisadores y traidores

Si el que avisa no es traidor, sino avisador, los que venimos avisando sin mucho acierto de los peligros de la derechización global de la vida política nos hemos quedado colgados de la brocha. Lo de Brasilia no es un aviso ni una traición, es un plan bien urdido, con financiación suficiente y altos cargos delEjército y laPolicíaNacional metidos hasta las trancas. Hay dinero que proviene de grandes latifundistas, de iglesias televisivas, de un movimiento de los grupos ultras evangelistas que son un poder real en las calles, en los barrios, tanto en la miseria como en la riqueza

Es un movimiento global, donde prensa, capital y poderes uniformados y con diferentes interpretaciones de los evangelios coinciden. Es la internacional fascista, que tienen a Trump como ejecutivo arribista, pero con pensadores más incardinados en la realidad de cada sociedad, país o núcleo de poder. Se disfrazan de. moderados, tienen a sus huestes aceleradas, infantería mediática y gleba propicia al sacrificio inmediato. La tentación es grande y voy a escribir con dudas eternas que lo que vivimos parece una auténtica guerra cultural. La democracia contra el autoritarismo. Y si quieren ponemos a todas las religiones con un único dios verdadero a hacer la prueba del algodón y tendremos un resultado muy propicio a la vulneración del raciocinio. Las ideologías sociales y políticas se pueden refutar; las convicciones religiosas son imposibles de calibrar porque crean fanatismos que se emparentan con concepciones de la organización social incompatibles con la democracia. Todas con Lula