Amparo LASHERAS
Periodista
AZKEN PUNTUA

10 de marzo, asesinato de un anarquista

A Salvador Seguí, el Noi del Sucre, le asesinaron el 10 de marzo de 1923 de un disparo en la frente. Sucedió hace 100 años, en Barcelona, en el barrio del Raval, mientras esperaba a su camarada Perones. Perones, víctima también del atentado, falleció días más tarde en el Hospital de Santa Cruz. La muerte de Seguí, igual que la de otros revolucionarios o independentistas catalanes de aquella época, se decidió en una reunión de la Patronal Catalana. Al Noi del Sucre, lo asesinaron por ser «no solo el punto vital» en el que la CNT se apoyaba para «organizarse y movilizarse», sino también porque podía «servir de puente» con los políticos de la izquierda más independentista. Fue compañero de Lluís Companys en el penal de La Mola y amigo de Francesc Layret, independentista y republicano, asesinado en 1920, también por pistoleros de la patronal. El escritor Antonio Soler habló de ello en el libro que, en 2016, escribió sobre la vida, la lucha, las ideas y los sueños de Seguí y de una generación que asumió con pasión y conciencia la lucha de clases, en una Barcelona de gran agitación social. Cuentan que El Noi del Sucre, anarquista y sindicalista, con trece años ya leía a Nietzsche y afirmaba convencido que la «lucha social era un mecanismo que formaba parte de su biología y de su existencia».