La pólvora del Deportivo Alavés sigue mojada. Ya van cuatro jornadas consecutivas sin ver puerta, una sequía goleadora que inevitablemente le ha ido relegando en la clasificación. Ayer cayó derrotado por la mínima en Ponferrada, en el feudo de un equipo que está en plena lucha por la permanencia y, por tanto, el ascenso directo se coloca ahora a cuatro puntos. Granada, tras ganar al Albacete, es el segundo clasificado en una liga liderada actualmente por el Eibar, que cerrará la jornada 32 mañana en Mirandés (21.00).

Sin gol, no hay opción a la victoria. Esa ecuación lo conoce cualquiera. El Alavés, en los cuatro partidos que ha quedado sin ver puerta, ha logrado sumar tan solo dos puntos en sendos empates. Después de cinco victorias consecutivas con las que logró cierta estabilidad en los puestos de ascenso directo, los albiazules se encuentran ahora en su momento más crítico.

Un solitario gol de Hugo Vallejo en el minuto 66 a la salida de un córner decantó la balanza a favor de los locales en el duelo del Toralín, que volvió a celebrar un triunfo después de un mes y medio. Vallejo, que volvía tras un mes lesionado, marcó el que por ahora es el primer gol que encaja el equipo de Luis García Plaza en un saque de esquina.

Trató de reaccionar el Alavés y tuvo el gol del empate en sendos disparos de Toni Moya. El chut del centrocampista a bocajarro lo despejó un defensor y en el saque de esquina posterior, su centro-chut lo desbarató Amir para negarle el remate a Tenaglia. Sivera mantuvo vivo a su equipo y Abdel Abqar también probó al meta rival con un cabezazo pero el iraní reaccionó a tiempo para atajar el balón en la mismísima línea de gol.