Raimundo FITERO
DE REOJO

Nociones de las mociones

Estamos en una temporada repleta de mociones de censura. En el Estado español, la charlotada de Vox y Ramón Tamames, y en el Estado francés, dos a falta de una, que tienen bastante más enjundia política, al menos en cuanto a que puede provocar daños directos al Gobierno del presidente volante Emmanuel Macron, que parece que ya tiene preparado el fusible que le permitirá seguir, aunque sea con sus proverbiales pocas luces, pero muchas retóricas y fotos multifuncionales. La primera ministra Élisabeth Borne está decidida a pagar los platos rotos por empeñarse en llevar adelante su reforma de la ley de jubilación por decreto, cosa que ha incendiado las calles, y ha dado motivos para que desde la extrema derecha y desde todos los centros existentes en la centralidad diversa se animen a presentar mociones de censura. Si se ponen a votar según las señales de las feromonas en primavera puede caer el Gobierno.

Lo de Ramón Tamames, Fernando Sánchez Dragó, Vox y la filtración del discurso del candidato se inscribe dentro de un auténtico sainete político. Todos los analistas se preguntan de manera ociosa, ¿a quién favorece esta moción? Al espectáculo se debería responder. Más fácil preguntando a quién va a perjudicar más electoralmente. El hombre menguante viaja mucho, lo están escondiendo un poco porque es un auténtico despojo político que cada vez que abre la boca sin la chuleta, muestra sus pocas luces, por lo que la abstención del PP es una muestra del miedo y la dependencia de Santi, el amigo de Borja Mari. Así que una cosa será la foto, otra el vídeo y otra el meme.