Este sábado se materializaron dos nuevas excarcelaciones de presos vascos, según confirmó Etxerat a GARA. Se trata de Zigor Blanco, que ha pasado esta última fase de la condena en la cárcel de Basauri, y de Sebas Gurtubai, que pertenecía al reducido grupo de presos que todavía no había sido traído a Euskal Herria. Este último salió libre desde la cárcel zaragozana de Daroca.

Ambos fueron detenidos por la Ertzaintza en mayo de 2003 acusados de «kale borroka», de modo que han pasado casi veinte años en prisión. La condena se sustentó en autoinculpaciones forzadas y en pruebas de ADN.

Excepcionalidad

Los dos tenían cumplidas hace tiempo las tres cuartas partes de la condena que deberían dar acceso a la libertad condicional, pero no fueron liberados hasta extinguir íntegramente la pena impuesta en su día por la Audiencia Nacional española. Una muestra de la excepcionalidad penitenciaria que todavía sigue vigente en el trato a numerosos presos vascos, igual que ocurre con las revocaciones de terceros grados.

Precisamente, el Foro Social Permanente, en su despedida, fijó ayer el fin de dicha excepcionalidad como uno de los asuntos pendientes en la agenda de resolución del conflicto.