Carlos GIL ZAMORA
Analista cultural

Entre la estadística y la elocuente realidad

En la programación de la recién terminada edición de dFERIA se ha dado un salto cualitativo en la presencia de mujeres en todos los rubros de la producción y creación de las artes escénicas. No quisiera recurrir a la estadística, que seguro me dará la razón, opto por la apreciación subjetiva que sirve para verlas en lugares de mayor incidencia en la decisión, de mayor valoración cualitativa en todo el proceso creativo.

Si se miran los datos técnicos se ven desde hace tiempo a muchas mujeres en la producción y la distribución. Es bastante habitual que aparezcan mujeres en lo que es la parte estética, escenografía, vestuario, cartelería. En cuanto a la interpretación es una cuestión marcada por las exigencias del guion, pero si aparecen más dramaturgas significa que se tocan asuntos que interpelan a las mujeres en mayor cantidad y profundidad, pero si además crece el número de directoras de escena, la cosa se acerca a un dato estadístico de gran relevancia. Y este año lo hemos visto en teatro, en danza, en performance, y eso nos lleva a conferir que ha sido una magnífica edición valorando en lo absoluto, es decir, en su totalidad y viendo este crecimiento como algo positivo para el futuro inmediato.

Y esta espléndida realidad va a ir creciendo, por cuestiones obvias: hay más mujeres que han tenido la oportunidad de ejercer estos roles y lo hacen en rango superior, lo que significa de manera objetiva que van aprendiendo, creciendo en sus capacidades para resolver los problemas que se les planteen y eso hará que sus direcciones sean cada vez más buenas. El talento ya lo llevan de cuna.