En el día después del rechazo, por la mínima, de la censura parlamentaria al Gobierno de Élisabeth Borne, la intersindical trasladó ayer su acción a Bidarte, donde procedió a realizar una operación filtro en el acceso al centro comercial Intermarché.

Fue una acción destinada a remarcar la precariedad del empleo en el sector, que pagan en especial las mujeres, las grandes perjudicadas también de la reforma de las pensiones que quedó formalmente aprobada, el lunes, tras decaer, por solo nueve votos, la moción de censura traspartidaria presentada en la Asamblea Nacional contra el Ejecutivo.

Poniendo el foco en el trabajo de las cajeras, que fue elogiado como esencial durante la pandemia, los sindicatos remarcaron que ese tipo de trabajos repetitivos, que a menudo dan lugar a lesiones musculo-esqueléticas, imposibilitan que «estas trabajadoras deban seguir en sus puestos dos años más para poder coger la jubilación».

Los activistas trataron de bloquear con los carros los accesos al centro comercial y se produjeron algunos forcejeos con la Policía. Finalmente pidieron desarrollar una operación filtro y repartir en la carretera general adyacente octavillas en las que se invitaba a los conductores a participar en la jornada de huelga y de movilización previstas para mañana.

Llenar los depósitos

La aprobación de la reforma podía haberse traducido en un cierto impás, pero lo cierto es que la protesta no solo sigue viva, sino que todo apunta a que va a orientarse cada vez más a alterar la actividad productiva. De hecho, el mapa de las gasolineras en las que empiezan a faltar productos no hace sino sumar puntos rojos y los bloqueos en refinerías, hasta ahora parciales, podrían generalizarse en unos días, alertan los sindicatos. Un 10% de las estaciones acusan así problemas de suministro. Precisamente, el bloqueo de uno de esos depósitos, el de Fos-sur-Mer, cercano a Marsella, causa ya escasez en gasolineras de todo el área de Bouches du Rhône. El Ministerio de Transición Ecológica optó ayer por imponer servicios mínimos, aplicando la «leva forzosa» de tres empleados, medida que dio lugar a una fuerte contestación, de la parte del resto de trabajadores, que obligó incluso a recular al dispositivo policial desplegado en sus alrededores. Las acciones en polígonos industriales, centrales energéticas o de tratamiento de residuos, y en puertos, así como los cortes de carretera en ejes principales se sucedieron ayer en numerosos puntos del Hexágono. Eso en las horas diurnas, ya que, al caer de la noche, son las marchas no comunicadas las que siguen alterando el ritmo, tanto en la capital francesa como en otras grandes urbes.

Militantes políticos

Al menos 200 personas fueron detenidas durante los graves disturbios registrados el lunes en París. La oposición denunció la detención de «manifestantes pacíficos», incluidos varios representantes de La Francia Insumisa.

Basuras sin recoger que sirven de combustible fácil, mobiliario urbano convertido en barricada, marchas espontáneas y móviles, al «estilo Hong-Kong», las calles de París son escenario de una renovación en el esquema de las protestas, que alumbran también, con fuego, las noches en Burdeos, Lyon, Marsella, Brest o Toulouse.

Macron, en «horario provinciano»

Élisabeth Borne encadenó ayer las reuniones destinadas a valorar, con representantes de los partidos que conforman la mayoría presidencial, la situación que se abre tras la aprobación de la reforma de las pensiones.

Sin embargo, la atención saltó de Matignon al Elíseo tras darse a conocer que Emmanuel Macron, que apenas ha intervenido públicamente en el debate de la reforma, intervendrá hoy, a las 13.00, en formato de entrevista, a través de los canales de televisión TF1 y France2.

Desde su servicio de comunicación se adelanta ya que no habrá anuncios en la línea de anunciar una disolución o una remodelación de Gabinete. Y sobre el horario poco habitual se explica como «un gesto hacia los territorios», dando a entender que en la «Francia profunda» se vuelve al mediodía a comer en casa y mirando al televisor. GARA