Joseba ITURRIA
CICLISMO AMATEUR

Ganzabal brilla cuando encuentra más dureza en un año clave en su apuesta

El vizcaino fue segundo en la última etapa y en la general de Extremadura, la vuelta más dura en sus dos años como ciclista tras su pasado como triatleta. Asume que al ser élite tiene urgencia para pasar a profesionales, pero no se quiere meter más presión.

Ander Ganzabal celebra su primera victoria como ciclista en Colindres.
Ander Ganzabal celebra su primera victoria como ciclista en Colindres. (Oskar MATXIN | FOKU)

Ander Ganzabal (Orozko, 2000) dio continuidad el domingo a su buen comienzo de temporada al ser segundo en la última etapa y la general de Extremadura tras ganar en Colindres y ser tercero en Donapaleu. Podios que se suman a los del año pasado en Irun y Berriatua en su debut como ciclista tras su etapa de triatleta.

Su primer podio de este año fue similar al logrado en Extremadura al marcharse en la prueba de la Essor Basque con Oliver Knight y Jaladeau: «Nos escapamos los tres a falta de cinco de una fuga y llegamos al sprint. Estar con un ciclista que corrió en Burgos con UAE da un valor añadido a tu puesto porque no me ganó por tanto, tan lejos no estoy».

Con esa dosis de confianza logró su victoria en Colindres en una prueba muy dura de 146 kilómetros: «Fue más especial por llegar solo y ver en el último kilómetro entero que tienes diferencia para ganar. Lo de Colindres fue una guinda, no esperaba que llegase tan pronto, te da una confianza y te quita presión. Si lo he logrado en febrero, ¿por qué no los meses siguientes?».

La de Extremadura fue su primera vuelta de cinco días, con una última etapa con 146 kilómetros muy exigentes disputada a más de 43 de media. El vizcaino salió decidido a intentarlo porque «estaba octavo a 30 segundos y el director me dijo que en la subida final era imposible sacar eso, que debía intentarlo desde lejos. Era salir a ganar la etapa o general. Un octavo puesto sin dar la cara no vale tanto».

«PASAMOS HASTA MORIR»

Por eso se fue con Andre Maire y Tomy Miralles a 20 de meta: «Pasamos hasta morir, se empezaron a mirar Caja y Finisher y abrimos hueco, lo dimos todo, el francés era más fuerte y pude hacer segundo en la etapa y la general».

El comienzo de temporada hace buena su apuesta por el ciclismo en su segundo año en el pelotón amateur y conseguir que le entrene Aritz Arberas, el preparador del Bahrain: «Joanes Goitisolo, que era más amigo que preparador, me ha buscado a un pedazo de entrenador. Joanes tiene relación con Pello Bilbao y él se lo comentó a Aritz, al que le pareció un reto bonito y para mí poner como entrenador un nombre como el suyo le da un valor añadido. Estoy muy contento de trabajar con él».

Asume que este año es clave para pasar a profesionales por estar en su primero como élite: «Cada vez pasa antes la gente y cada vez menos élites. Tiene lógica, porque si llevas cuatro años en la categoría has tenido tiempo para formarte, pero en mi caso es el segundo. No me obsesiono, iré semana a semana, cada carrera verla como una oportunidad, porque si te ofuscas con el objetivo final te puedes meter mucha presión y más que ayudarte te vuelves loco».

Para conseguir el salto ha pasado al Laboral Kutxa, trampolín al Euskaltel: «Me llamó Txus Ezkurdia, me preguntó si apuesto por el ciclismo para subir a profesionales como objetivo e iré carrera a carrera a ver si puedo cumplirlo».

Desde esta perspectiva «el plan con Aritz fue empezar fuerte la temporada y aguantar a tope la forma hasta mayo en la Vuelta a Nafarroa o junio con los Campeonatos de España». Agradece correr la Copa de España porque «el Euskaldun es relativamente fácil. El nivel general es más bajo y en una subida nos quedamos 25 y no tienes esa tensión y ese esfuerzo añadido de guardar el sitio para que no te lo quiten. Son carreras de tres horas y llegas al Valenciaga y subes Arrate con tres y media y el cuerpo no está acostumbrado. Por eso es beneficioso correr las Copas de España con tensión, pelotones de gente que guarda mucho el sitio, que corre muy rápido. Me ha servido de aprendizaje y le he sacado provecho en Extremadura».

Este fin de semana correrá en Markina y Gorla y el siguiente el Valenciaga, que junto a la Santikutz y Nafarroa son sus objetivos: «Las Copas de casa son las de más prestigio, las que te vienen los amigos y familiares que ayudan y son el objetivo ahora». Ante la prueba del domingo entiende que «los puertos tan largos tampoco me benefician. Prefiero carreras duras, más repecheras, de subidas de cinco-diez minutos, que la gente se vaya desgastando. Me gustan pruebas de cuatro o más horas. Cuanto más duras mejor».