La escritora Edurne Portela acaba de presentar, en la sede de Gogora en Bilbo su última novela, ‘‘Maddi y las fronteras’’. Aintzane Ezenarro, directora del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, fue la encargada de presentar el libro, que recupera la biografía María Josefa Sanzberro, activista de la resistencia francesa, víctima de deportación y muerta en un campo nazi, como se hizo eco NAIZ Irratia en el programa ‘‘Hemen gertatu zen’’.

En su obra, Portela construye a ‘‘Maddi’’ a través de la documentación a la que ha tenido acceso. «Esta Maddi mía es una ficción construida a través del archivo, la intuición, la imaginación», apuntó la escritora, quien ha contado con testimonios de las personas que la conocieron siendo niños y niñas, o supieron de ella por familiares, «testimonios que han reproducido para mí Joxemari e Izarraitz con entusiasmo y paciencia».

«Con Maddi reivindico su vida y también la vida de tantas mujeres cuya voz hemos perdido en los anales de la historia, registros en los que ellas han desaparecido o han quedado relegadas a segundo plano», añadió, recordando a aquellas mujeres «creyentes, pero no beatas, conservadoras, pero no sumisas». «También han resonado en mí las voces de mujeres que sobrevivieron al terror nazi y que dejaron constancia de ello», apuntó.

253 vascos deportados

El nombre de María Josefa Sanzberro Echeverria, nacida en 1895 en Oiartzun, aparece referenciado en la investigación ‘‘La deportación de los vascos a los campos del Tercer Reich (1940-1945)’’ publicada por Gogora en 2020. Sanzberro fue deportada en agosto 1944 a Dachau y, tras pasar por diversos campos, finalmente murió en Ravensbrück, en noviembre de ese mismo año.

Como recoge la investigación, con ella fueron diez las mujeres deportadas en ese periodo. Cuatro sobrevivieron, otras cuatro murieron y dos mujeres permanecen desaparecidas. Casi todas ellas fueron llevadas a los campos por sus actos de resistencia.

En total, la investigación a la que se hace referencia recoge un total de 253 vascos y vascas deportadas: 125 salieron con vida, murieron 113 y se desconoce lo ocurrido con otros 15. El campo de concentración de Mauthausen es el más significativo, ya que allí mataron a dos terceras partes (65%) de todos los vascos que murieron en la deportación.

Las cifras citadas en la investigación, según sus autores, deben tomarse como una aproximación, ya que en el rastro documental de los supervivientes se constata claramente que muchos de los supervivientes murieron en las semanas y meses posteriores a su liberación. Incluso hubo quien falleció años después, pero a consecuencia de las secuelas que arrastraba.