Errenteria respiraba ciclismo en la mañana de ayer con los preparativos para la salida de la tercera etapa de Itzulia Basque Country. En ese marco que se sale del guion habitual del día a día, en mitad del trajín para mover vallas de un lado a otro, mientras se aguardaba la llegada de los competidores para el control de firmas, más de una docena de ciclistas, exciclistas y personas ligadas con este deporte, algunos y algunas con una dilatada carrera profesional en sus piernas, se reunió sobre uno de los puentes que cruza el río Oiartzun.

El objetivo de la convocatoria era mostrar su apoyo a la dinámica puesta en marcha por Gure Esku Dago (GED) de cara a las primeras etapas del próximo Tour, que se desarrollarán a primeros de julio por carreteras vascas.

Mikel Astarloza y Usoa Ostolaza pusieron la voz en una comparecencia respaldada por nombres como los de Mikel Nieve, Amets Txurruka, Naia Amondarain, Idoia Eraso, Peio Goikoetxea, Eukene Larrarte, Iñaki Isasi, Nahia Polo, Iñaki Bagues, Lierni Lekuona, Eugenio Goikoetxea o Ainhoa Ostolaza.

«Crowdfunding» abierto

En el acto anunció que ya está abierto el crowdfunding en la página web itsulapikoa.eus para confeccionar la ikurriña más grande jamás hecha y exhibirla durante esas etapas del Tour. Para entrar solo hay que teclear esa dirección de internet, pinchar en Proiektuak, y buscar la de Gure Esku entre las diferentes propuestas existentes.

El reto es ambicioso, ya que se aspira a conseguir un mínimo de 25.000 euros en un plazo 40 días, con aportaciones a partir de 5 euros. Según explicaron a este diario, aún no se han concretado las dimensiones de la bandera, que se decidirán en función de las aportaciones recogidas.

Astarloza y Ostolaza remarcaron que la celebración de Le Grand Depart «es una oportunidad única para decir que en este rincón de Europa hay un pueblo de siete territorios, con identidad propia, que vive con la lengua más antigua de Europa, que quiere gobernarse, que es aficionada al ciclismo y que todo eso lo vive con orgullo».

Por ello, invitaron a la afición a que esos días llene las cunetas portando ikurriñas al paso de la carrera «con el comportamiento respetuoso que le caracteriza, animando a los ciclistas sin entorpecer su camino».