Raimundo FITERO
DE REOJO

La paloma

Rafael Alberti escribió una canción para indicarnos que se equivocaba la paloma, pero su amigo Pablo Ruiz Picasso hizo más de mil esbozos hasta dar con la famosa paloma que se considera una imagen universal de la paz. Hace 50 años que murió este pintor francés nacido en Málaga como dice la enciclopedia francesa, al que ahora se pone en cuestión por su relación tormentosa o violenta con las mujeres. Esa paloma de Picasso es un hito.

Y la paz, los acuerdos firmados en momentos puntuales, la ausencia de violencia en los conflictos armados no siempre se merece ser coronados por esa paloma. Hoy hace veinticinco años del celebrado y alabado Good Friday Agreement, el acuerdo de Viernes Santo en el norte de Irlanda que paró la violencia inmediatamente pero no está claro que se haya llegado a un punto de reconciliación o de seguridad en el cumplimiento de lo pactado, especialmente tras el Brexit.

Dentro de poco se conmemora la fecha de la firma del de Oslo, donde el estado de Israel y la Autoridad Palestina firmaron otro acuerdo que cada día es ultrajado por el gobierno israelita hasta límites insospechados. En estos momentos esa zona está en un momento de peligrosa ebullición de violencia, con los países limítrofes metidos en la reyerta, lo que no aporta tranquilidad.

Así que la paloma que se equivocaba, la que acertaba, la de Picasso o la virgen, que junten sus capacidades de influencia y que nos den un respiro. Tras la paz, el siguiente paso es la reconciliación, que es una ardua, larga y muy delicada y generosa forma de convivencia.