Raimundo FITERO
DE REOJO

Una alucinación controlada

De tanto leer titulares sin entrar en materia no sé muy bien quién gobierna ahora el mundo. Las dudas crecen y la realidad va a ser lo que dice Anil Seth, una alucinación controlada. Es decir, no existe esa famosa realidad, sino que cada cual se construye una idea aproximada de manera casual. Y cuando en esa alucinación entra un porcentaje de horas acumuladas de una ingesta excesiva de varios alcaloides produce seres como MAR (Miguel Ángel Rodríguez), mitinero en Durango donde figura el último de la lista de la banda de Ayuso que asegura con su voz aflautada que «en el País Vasco hay un ambiente irrespirable, sin libertad ni democracia», que mis reflejos condicionados me aseguran que es una interpretación de alguna frase escuchada a Borja Mari en una noche de sidrería.

Calificamos la realidad, lo mismo que la verdad, desde perspectivas morales más que científicas. Incapaces de asumir ni un porcentaje ínfimo de toda la información asilvestrada que nos llega por todas las ventanas abiertas a la mentira que usamos de manera inercial, es lógico que nuestras neuronas empiecen a soliviantarse, a desconfiar unas de las otras, los centros donde reciben los impulsos eléctricos que mandan nuestros sentidos de manera autónoma se saturen y se convierta todo en un caos neoliberal que solamente podemos descifrar a base de ansiolíticos o de voluntaria entrega de nuestra visión rebelde y alternativa a lo más neutro y mediocre, eso que llaman realidad en los teleberris o en las portadas de la legión de medios de comunicación de todas las derechas multifunciones en papel o digitales.