El dramaturgo Mario Hernández realiza su primera incursión detrás de la cámara con esta película que relata el reencuentro entre los personajes encarnados por Bruna Cusí y Salva Reina. Ambos son personalidades reconocidas en el mundo del espectáculo, ella como actriz y él como guionista. Aprovechan los escasos momentos de tiempo libre que les quedan entre presentaciones, photocalls y todo el ajetreo que conlleva sus respectivos oficios para dar rienda suelta a una pasión clandestina que llevan cultivando durante años. “Tregua(s)” está llena de diálogos mordaces y de manera gradual nos revela los secretos y las medias verdades que ocultan y comparten los dos amantes. En clave de comedia de enredos sentimentales, la película funciona en buena medida gracias a la química que emana de sus protagonistas, los cuales aportan empaque a unos personajes repletos de matices, lo que provoca que a pesar de su apariencia afable, transite por terrenos más oscuros.

En cualquier caso, “Tregua(s)” logra ser a la vez ligera y profunda, con algunos chistes, una canción y dos personas más que empáticas que cuestionan cuánto son realmente debido a sus cómodas vidas y el hecho de haber logrado evitar que las dificultades cotidianas afecten su relación secreta. En este sentido, se asemeja a “Nola Darling” (1986), la película debut de Spike Lee, donde la protagonista supo disfrutar de los talentos de sus tres amantes: uno la hacía reír, otro le proporcionaba diversión y el tercero estimulaba su mente, sin renunciar a ninguno de ellos. Otro cuestión interesante que encontramos en el filme se concreta en que, a pesar de estar ambientada en el mundo del cine, su apariencia es muy teatral.