BBVA lanzó ayer una opa hostil por el cien por cien de las acciones del Banco Sabadell, una operación que contempla las mismas condiciones que la propuesta de absorción que presentó el banco dirigido por Carlos Torres y que fue rechazada por el banco catalán.

La contraprestación ofrecida por BBVA a los accionistas del Sabadell es de una acción de nueva emisión por 4,83 acciones de la entidad catalana, según se detalla en la oferta comunicada a la Comisión Nacional esdel Mercado de Valores (CNMV). BBVA detalló que supone una prima del 30% sobre los precios de cierre del pasado 29 de abril y del 50% sobre la media ponderada de los últimos tres meses.

BBVA señaló que la contraprestación en acciones equivaldría a un precio en efectivo de 2,12 euros por acción, la media ponderada de la cotización del Sabadell en el trimestre anterior a la formulación de la oferta, por encima de la cotización actual del banco catalán en el mercado, que este miércoles cerró a 1,805 euros.

El precio citado por el BBVA supondría valorar el Sabadell en algo más de 11.530 millones de euros, en tanto que su capitalización actual roza los 9.790 millones de euros.

La OPA, dirigida a la totalidad de las acciones de Sabadell, está condicionada a alcanzar más del 50% de aceptación de los accionistas.

RECHAZO DEL SABADELL

El pasado 30 de abril BBVA lanzó una propuesta de absorción por el Sabadell, que fue rechazada por el Consejo de Administración de la entidad al considerar que la oferta, no solicitada, «infravalora significativamente al banco y sus perspectivas de crecimiento como entidad independiente».

Tras ello, el órgano directivo del banco presidido por Carlos Torres se reunió el miércoles y acordó lanzar una OPA sobre el Sabadell ofreciendo a los accionistas las misas condiciones que en ela oferta rechazada. Atendería el canje de las acciones mediante la emisión de nuevos títulos ordinarios, cuya suscripción estará reservada a los titulares de acciones de la entidad catalana El Sabadell reaccionó remitiéndose al comunicado que hizo público el lunes en el que rechazaba la oferta al considerar que «infravalora significativamente» el proyecto de a entidad catalana y sus perspectivas de crecimiento como entidad independiente, según fuentes del banco presidido por Josep Oliu citadas por las agencias españolas.

INSTITUCIONES EN CONTRA

Conocida la noticia, el Gobierno español expresó su rechazo a la OPA del BBVA «tanto en la forma como en el fondo», según indicaron a Europa Press fuentes del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa.

Las mismas fuentes advirtieron de que esta operación introduce «efectos lesivos potenciales» en el sistema financiero estatal, pues supondría un incremento en el nivel de concentración «que podría tener impacto negativo en el empleo y en la prestación de servicios financieros». Señalaron que «un excesivo nivel de concentración introduciría un riesgo potencial adicional a la estabilidad financiera, como indicó el gobernador del Banco de España».

La consellera de Economia de la Generalitat, Natàlia Mas, también mostró su oposición y anunció que la Generalitat hará «todo lo posible» para que no se autorice.

En declaraciones a RAC-1, Mas alertó de que esta adquisición por parte de BBVA sería «mala por diversos motivos», entre ellos una reducción «drástica de la competencia», por la «destrucción de empleos» que supondría y por la «pérdida de poder económico» de Catalunya que comportaría. Sin el Banco Sabadell, Catalunya tendría «el nivel de concentración bancaria más alto de toda Europa», manifestó la consellera, que añadió que «a día de hoy solo lo supera Chipre».

En este sentido, Natàlia Mas dijo que la Generalitat ya ha expresado su «preocupación» por el nivel de concentración bancaria, y celebró que el Gobierno español haya «corregido» su postura y ahora coincida con la Generalitat en que sería «perjudicial para el interés público».

Dada la concentración bancaria del sector, la consellera ha considerado que esta operación «no debería obtener aval de las autoridades de la competencia». «Cualquier ciudadano ha visto que, a pesar de la subida de tipos, su banco le pagaba poco dinero por los depósitos», señaló la consellera, para quien la desaparición de Banco Sabadell comportaría «menos remuneración para los depósitos, menos opciones de préstamo y un crédito más encarecido».