No se le puede pedir más a Gipuzkoa Basket, por más que se haya quedado a las puertas de la Final Four de ascenso a la Liga ACB. Los de Mikel Odriozola, con la baja de Vrankic de última hora y con el físico ya más que agotado, supieron pelear y tener un último balón para forzar la prórroga. Pero Alex Barcello no encontró la vía del tiro, ya que Parrado lo defendió de maravilla, al punto de forzarle la pérdida al escolta estadounidense y certificar el triunfo castellano por 3-2.

A diferencia de los otros cuatro partidos, Gipuzkoa Basket supo controlar el rebote, sobre todo el ofensivo, arma con la que hizo daño a un Tizona Burgos que fue a remolque hasta el tramo final del tercer cuarto. Sin embargo, los chispazos de De Souza, los triples de Horton y la brega de Parrado fueron demasiado para un GBC que, amén de los 18 puntos de Barcello, tuvo en la brega de Aurrecoechea, la mano de Savkov y los triples de Ansorregi los argumentos para pelear.

Con el 66-59 todo parecía perdido, pero Ansorregi devolvió a la vida a los donostiarras y metió el pánico a los locales. Entre Horton y De Souza casi decidieron el triunfo castellano, pero Savkov y Barcello se unieron al azkoitiarra para negarse a perder.

De Souza erró una bandeja fácil y ahí le llegó la oportunidad a Barcello. Encaró a Parrado, pero el canterano de la Penya aguantó. Nada que reprochar a Gipuzkoa Basket, pese a la decepción y la pena.