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El paro juvenil en el mundo marca su nivel más bajo en 15 años, según la OIT

A pesar de que desciende la tasa de paro entre los menores de 25 años, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) alerta en un informe de la evolución de los salarios de los adultos jóvenes en diversos países, entre ellos el Estado español, donde no ha habido «ningún aumento en sus salarios reales mensuales a lo largo de la década».

Dos niñas trabajan en la recogida de cebollas en la provincia turca de Hatay, cercana a la frontera con Siria.
Dos niñas trabajan en la recogida de cebollas en la provincia turca de Hatay, cercana a la frontera con Siria. (Murat KOCABAS | AFP)

La tasa de paro entre los menores de 25 años a nivel global se situó el año pasado en el 13%, lo que equivale a unos 64,9 millones de jóvenes, el nivel más bajo en 15 años, mientras que se espera que en 2024 y 2025 descienda aún más, hasta situarse en el 12,8%, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Sin embargo, a pesar de esta mejoría, en su informe “Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil 2024” advierte de que el panorama «no es el mismo en todas las regiones», ya que las lecturas de paro juvenil en los Estados árabes, Asia Oriental y Asia Sudoriental y el Pacífico «eran más altas en 2023 que en 2019».

En este sentido, también apunta que los hombres jóvenes se han beneficiado más de la recuperación del mercado laboral que las mujeres.

De este modo, las tasas de desempleo juvenil de mujeres y hombres jóvenes en 2023 eran casi iguales (12,9% para las mujeres jóvenes y 13% para los hombres jóvenes), a diferencia de los años anteriores a la pandemia, cuando la tasa de paro para los hombres jóvenes era más elevada.

«El informe nos recuerda que las oportunidades para los jóvenes son muy desiguales (...) Sin igualdad de oportunidades para acceder a la educación y a empleos decentes, millones de jóvenes están perdiendo la oportunidad de un futuro mejor», señaló ayer Gilbert F. Houngbo, director general de la OIT, en la presentación del trabajo.

Asimismo, el informe también avisa de los «vientos en contra» a los que se enfrentan los jóvenes en el mercado laboral, incluyendo el elevado número de aquellos que ni estudian ni trabajan, ya que, en el año 2023, uno de cada cinco jóvenes del mundo (20,4%) entraba en esta categoría.

Además, dos de cada tres «ninis» eran mujeres. En concreto, la tasa mundial de «ninis» de las jóvenes era del 28,1%, más que el doble del 13,1% que se ha detectado entre los hombres menores de 25 años.

EMPLEO INFORMAL

Por otro lado, el informe alerta de la falta de avances en la obtención de empleos decentes en el caso de los jóvenes que sí trabajan, puesto que, a nivel mundial, «más de la mitad de los trabajadores jóvenes tienen un empleo informal» y solo en las economías de renta alta y media-alta, la mayoría de los trabajadores jóvenes tienen un empleo fijo y seguro, mientras que tres de cada cuatro trabajadores jóvenes de los países de renta baja solo conseguirán un empleo por cuenta propia o un trabajo temporal remunerado.

Asimismo, recuerda que el rápido aumento de la inflación en los últimos años, sin incrementos correspondientes en los salarios nominales, provocó una caída de los sueldos reales en la mayoría de las economías del G20 y en todos los países de la OCDE, erosionando los niveles de vida de los trabajadores jóvenes y adultos en todo el mundo.

A este respecto, según el índice de salarios reales para adultos jóvenes (de 25 a 29 años) y adultos (de 30 años y más) para 12 Estados con datos disponibles durante el período 2013-22, algunos países no registraron crecimiento de los salarios reales para los adultos jóvenes e incluso experimentaron un crecimiento negativo ocasional, mientras que únicamente en un puñado se llegaron a registrar importantes ganancias reales.

Los aumentos más significativos se dieron en los países de ingresos medianos bajos del Sudeste Asiático (Indonesia y Vietnam) y también en Polonia. Por el contrario, los adultos jóvenes asalariados en Australia, Brasil, Colombia, Egipto, México y el Estado español «no han visto ningún aumento en sus salarios reales mensuales a lo largo de la década».