Más de 80 turnos de Emergentziak Osakidetza no han estado dotados de personal médico en julio, según denunciaron los sindicatos ELA, CCOO, LAB, SATSE, SME, ESK y UGT.

En un comunicado conjunta, las centrales señalaron ayer que en este servicio, «cada vez se sufren más estas situaciones» y que, «siendo esencial, no llega a los mínimos establecidos». Aseguraron que en los centros de coordinación donde se atiende la llamada de emergencia, «ya es habitual que no haya todo el personal médico establecido y cada vez más veces, alguna ambulancia medicalizada está sin personal médico».

En este sentido, detallaron que «la ya cronificada» falta de organización por parte del equipo de gestión y «la carencia de condiciones laborales dignas han hecho que la situación empeore en la época estival».

En la nota, aseguraron también que «todo ello conlleva graves deficiencias en la Red de Emergencias», debido a que «cualquier paciente que debe ser atendido por un equipo con personal médico no puede ser atendido, o tiene que esperar más tiempo».

Asimismo, los sindicatos pusieron de manifieso que «los y las trabajadoras se someten a situaciones de mayor estrés por no tener al equipo completo», y explicaron que este hecho deriva en que algunos de ellos se ven sometidos a «largos turnos, con los riesgos que eso conlleva».

AVISO A LOS RESPONSABLES DE OSAKIDETZA

Por todo ello, la Junta de Personal de Emergentziak Osakidetza, compuesta por las citadas centrales sindicales, informó de que han hecho llegar a la directora de Recursos Humanos de Osakidetza, Luisa Larrauri; a la directora general de Osakidetza, Susana López Altuna, y al consejero de Sanidad, Alberto Martínez Ruiz, «la relación de todos los turnos que no han sido cubiertos» en el mes dejulio», en la que han hecho especial hincapié en «los que han estado sin personal médico, y en los largos turnos obligados para poder cubrir el servicio».

A través de esta iniciativa, los sindicatos han querido hacerles «conocedores de la situación» y, al mismo tiempo, solicitar que «depuren responsabilidades». De esta forma, pretenden ejercer cierta presión «para que se cumplan los mínimos establecidos en un servicio esencial como Emergentziak», así como para evitar que «se ponga en riesgo a los propios profesionales y se garantice una atención de calidad a la ciudadanía».