El respaldo a un Estado vasco supera ampliamente al rechazo a esa opción
El apoyo a la conformación de un Estado vasco, tras su aprobación en referéndum «totalmente oficial y reconocido», alcanza un 35,2% entre los y las habitantes de Euskal Herria, por un 26,8% que lo rechazaría aun en esas circunstancias. Es una de las conclusiones de la sexta medición de Naziometroa, centrado en esta ocasión en los sentimientos de pertenencia de la ciudadanía vasca.

La sexta medición de Naziometroa, presentada ayer en Donostia, constata que el respaldo social a la constitución de un Estado vasco se mantiene con cierta holgura por encima de quienes se oponen a esta opción, 35,2% frente a 26,8%, una distancia de 8,4 puntos porcentuales que es ligeramente mayor al de la anterior medición, llevada a cabo en marzo del año pasado.
El Barómetro sobre la Soberanía Vasca, elaborado por Telesforo Monzon eLab y Parte Hartuz Ikerketa Taldea, de la UPV-EHU, confirma asimismo un mayor sentimiento de pertenencia a Euskal Herria que a los Estados español y francés, 7,8 frente a 6,4 puntos en el conjunto del país, aunque ese apego se traslada a Nafarroa Garaia -8,5- entre los habitantes de ese herrialde, donde la adhesión a Euskal Herria queda limitada a 4,8 puntos.
Y es que en Nafarroa, según apuntan los autores del estudio, se observa «la centralidad del sentimiento navarro, con una mezcla de las identidades vasca y española», mientras que la identidad vasca es predominante en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa y en Ipar Euskal Herria, algo más fuerte en este caso, 8,8 puntos frente a 8,5. La mayor diferencia entre ambos se observa en la adhesión a la identidad del Estado español o francés, 6,1 y 7,6, respectivamente. En la CAPV es por tanto notablemente menor.
ESTADO VASCO E INDEPENDENCIA, DISTINTOS DATOS
Volviendo a los modelos de gobernanza, llama la atención la diferencia existente entre el apoyo a la independencia y el respaldo a un Estado vasco, pues si bien la proporción de quienes de- sean independizarse del Estado español o del francés ha aumentado en las dos últimas mediciones, cuatro puntos más que en 2022, situándose cerca de la franja superior de todo el intervalo con un 25,6%, el desacuerdo es mayoritario, en torno al 43%, y además el respaldo es casi diez puntos inferior al que recaba el Estado vasco, el 35,2% antes citado.
Se trata de una disparidad que, recuerdan los autores, aun siendo llamativa no es nueva, por lo que han incorporado tres preguntas para poder contribuir a su interpretación. De este modo, a las personas que apoyan el Estado vasco pero no piensan igual sobre la independencia se les pregunta qué grado de acuerdo tienen con tres frases. Una de ellas es «La consecución del Estado vasco es imprescindible, lograda de cualquier manera», una afirmación que genera un rechazo bastante con- tundente: Está muy en contra o en contra el 53,7% y muy a favor o a favor el 29,4%.
Sin embargo, las otras dos frases han recibido una clara simpatía. Son «Estaría a favor del Estado vasco si eso no genera conflicto», con un 66,8% muy de acuerdo o de acuerdo, y «El independentismo no me resulta atractivo», con 66,6%.
En consecuencia, los autores del estudio valoran que «los imaginarios y proyecciones que activa el independentismo no son positivos en este conglomerado de gente -aquellos que apoyan el Estado vasco, pero no comparten el ánimo independentista-, y entender o ver de forma conflictiva un proceso de estas características hace desistir a una parte de la sociedad». Por tanto, para estas personas en el apoyo al Estado vasco tendría gran peso su carácter consensuado y no conflictivo.
CAPACIDAD DE DECIDIR
Por otro lado, preguntados por fórmulas de organización territorial del Estado español y del francés, tras el descenso de la medición de 2023, este año vuelve a ser el modelo «Estado que reconoce el derecho a decidir/Derecho de autodeterminación» el que más respaldo ha recibido, con un 32,5%. Le sigue, con un 28,4% de apoyos, «un Estado formado por comunidades/territorios con más competencias/más autonomía». Por detrás, se sitúan por debajo del 20% quienes apuestan por el modelo actual (18,9%), cayendo tres puntos en esta última medición, mientras que el porcentaje de encuestados que son partidarios de un modelo más centralizado ha descendido, quedando por debajo del 10% por primera vez en tres años: 9,5%.
Siguiendo con esta lógica, y al preguntar si cada comunidad -se mencionan la CAPV, la Comunidad Foral Navarra y la Comunidad de Aglomeración del País Vasco- debe tener derecho a decidir su futuro político, igual que ocurría en anteriores mediciones quienes creen que deben tener derecho a decidir casi triplican a los contrarios a ello. La proporción es de 62,2 y 18,8% en Nafarroa; 53,5 y 24,9% en Ipar Euskal Herria; y 60,9 por 21,2% en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.
A modo se síntesis, a la pregunta de si Madrid o París deberían aprobar o prohibir un referéndum acordado localmente, una amplia mayoría (53,9%) de la ciudadanía vasca considera que esa decisión debería ser reconocida.
Con todo, los partidarios de la aprobación, pese a contar con una gran ventaja, han ido bajando su proporción en favor de los aquellos que dudan o no contestan, que alcanzan un 26% en esta medición. Por su parte, el 20,1% considera que ese referéndum debería prohibirse, situándose aproximadamente en la media del Naziometroa hasta ahora.
PERTENENCIA, LENGUA O SENTIMIENTO
Otro elemento a destacar de este trabajo elaborado por Aztiker sobre una muestra de 1.422 entrevistas es el diferente peso que se atribuye a algunos elementos o características para ser considerado español/francés, vasco o vasca y navarro o navarra. En este sentido, los y las habitantes de Euskal Herria opinan que la capacidad de hablar la lengua estatal (francesa o española) es el factor más importante para sentirse parte del Estado francés o del español, con una puntuación de 7,8.
Otros factores significativos para ser español o francés son la tenencia de documentos oficiales y la residencia en esos Estados, con 7,4 y 6,9 puntos, respectivamente. Factores más culturales, como compartir tradiciones y «querer sentirse parte de Francia o España», también son impor- tantes, aunque algo menos, con puntuaciones de 6,9 y 6,8 en cada caso. Además, ser seguidor de los símbolos, grupos deportivos o musicales es el factor menos relevante en este contexto, con 5,7 puntos.
Por contra, los aspectos emocionales y culturales son para los encuestados los que cobran más importancia para sentirse parte de Euskal Herria, así como el deseo de pertenencia y de vivir en ella, seguidos de los factores legales y de nacimiento. La capacidad para hablar euskara y el seguimiento de los símbolos locales tienen a tenor de este estudio menos importancia.
En concreto, el deseo de sentirse parte de Euskal Herria es el factor más importante para la identidad vasca en opinión de las personas encuestadas, con una puntuación de 8,1. Otros factores importantes son vivir en Euskal Herria (7,9) y compartir sus costumbres y tradiciones (7,8). Tener documentos oficiales (7,4) y el hecho de haber nacido en Euskal Herria (7,3) son también, aunque algo menos, significativos.
Poder hablar en euskara (6,8) y ser seguidor de símbolos o equipos locales (6,4) son elementos menos determinantes en este caso, un dato, el de la lengua propia, que contrasta con las respuestas sobre cómo ser español o francés.
Y en tercer lugar, en una pregunta formulada a quienes dicen sentirse navarros o navarras pero no vascos o vascas, se concluye que para sentirse como tal los factores más determinantes serían vivir en Nafarroa Garaia (8,2), compartir y participar en las costumbres y tradiciones de Nafarroa (7,9), y «tener ganas de sentirse parte de Nafarroa» (7,9).
También sería importante, aunque en menor medida, contar con documentos oficiales y haber nacido en Nafarroa, con un 7,4 y un 7,3, respectivamente. Para este grupo de personas que se sienten navarras pero no vascas, la capacidad para hablar la Lingua navarrorum es el factor menos relevante, con 2,3 puntos.
Más allá del grado de adhesión nacional, los datos demuestran el gran consenso de la ciudadanía vasca con afirmaciones que subrayan la importancia de su historia, cultura y medio ambiente. Así, la mayoría de las personas encuestadas valoran su historia (90,5%), se sienten conectadas con la belleza natural y el patrimonio de su territorio (88,8%), y valoran el desarrollo y bienestar del mismo (88,2%). Además, la lengua y la cultura locales son muy valoradas (87,7%), así como la diversidad cultural (86,6%) y las posibilidades y libertades que ofrece su tierra (84,0%). Una proporción significativa de la ciudadanía se siente parte de una comunidad capaz de superar juntos y juntas los retos (73,9%) y orgullosa de su sentimiento nacional (72,5%).
Aunque por debajo de los otros datos, el compromiso cívico y la participación política son importantes para ellas, con un 66,2% de acuerdo.

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