Gisèle Pélicot, la mujer a la que su marido drogaba para que otros hombres la violaran estando inconsciente, aseguró ayer en el juicio que se celebra en Avignon sentirse «humillada» ante las insinuaciones de algunos de los abogados de los encausados sobre las violaciones que había sufrido. «Tengo la sensación de que la culpable soy yo, y que los 50 detrás son las víctimas», subrayó.

«Desde que llegué a este tribunal, me he sentido humillada. Me han llamado alcohólica, me han dicho que estoy tan borracha que soy cómplice del señor Pélicot», remarcó en relación a su exmarido, para a continuación añadir: «He oído de todo, se necesita un grado de paciencia muy alto para soportar todo lo que tengo que escuchar».

«En el estado en que me encontraba, no podía responder a nadie. Estaba en coma y los vídeos que vamos a mostrar podrán dar fe de ello. Y los expertos se quedaron estupefactos con estos vídeos, y son hombres», explicó.

Y es que en la audiencia de ayer se mostró por primera vez material audiovisual de los actos cometidos contra Gisèle Pélicot entre 2011 y 2020 a petición de los abogados defensores. Pélicot se opuso a que se mostraran en la sala anexa, y solicitó que sus hijos no estuvieran presentes en la sala principal durante la difusión.

«¿Los 50 de atrás no se hicieron la pregunta del consentimiento?», preguntó la mujer de 72 años. Y añadió: «Ni por un segundo di mi consentimiento al señor Pélicot ni a los hombres que están detrás. ¿En qué momento un hombre decide por su mujer?».

De esta manera, remarcó que «una violación es una violación», refiriéndose a las declaraciones de uno de los abogados de la defensa, después de que este insinuara la semana pasada que el tiempo que dura una agresión podría influir en si se considera o no una violación. «¿Es la violación una cuestión de tiempo? ¿Tres minutos? ¿Una hora? El tiempo no importa, ¡vinieron a violarme!», exclamó.

«SOY UN VIOLADOR»

Al igual que Dominique Pélicot el día anterior, el primero de los otros 50 acusados, Jean-Pierre M., de 63 años, confesó ser un «violador». A diferencia de los demás, no fue procesado por agredir sexualmente a Gisèle Pélicot, sino a su propia esposa, a la que también suministró ansiolíticos para luego agredirla sexualmente, varias veces en compañía del propio Dominique Pélicot.

Los dos hombres se habían conocido en el sitio web “coco.fr”. Dominique Pélicot había ofrecido inicialmente «violar» a Gisèle Pélicot en varias ocasiones. Pero «me negué», declaró Jean-Pierre M. «Solo quería violar a mi mujer. Estoy en la cárcel y me lo merezco. He cometido actos despreciables. Soy un criminal y un violador», insistió.

Además, señaló que «si no hubiera conocido al Sr. Pélicot, nunca lo habría hecho. Era tranquilizador e imponente».