La ministra española de Seguridad Social, la iruindarra Elma Saiz (PSOE), intentó matizar ayer su idea de introducir la llamada «baja flexible», después de que las titulares de Trabajo y Sanidad, ambas de Sumar, hayan mostrado sus reticencias al respecto. El jueves este planteamiento ya fue criticado a nivel estatal por UGT y CCOO, y en Euskal Herria por LAB al hilo del caso de María Elena Escudero.

Saiz aseguró en Onda Cero que su propuesta no busca «de ninguna manera» ahorrar dinero a la Seguridad Social por el alto gasto en incapacidad temporal (IT), sino que su intención es la de «ampliar derechos» y avanzar en «justicia social».

Dentro del Ejecutivo Sánchez, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, fue la primera en tomar posición crítica respecto a la idea de su compañera de Gabinete: «Desde el Ministerio de Trabajo y Economía Social no vamos a consentir ninguna variación ni desvirtuación en la incapacidad temporal tal y como la tenemos concebida».

«El Ministerio de Trabajo no va a consentir ninguna alteración en la incapacidad temporal, por la que ustedes cotizan, trabajan y que es un derecho que han conseguido a lo largo de los años», incidió la líder de Sumar.