Hizbulah afirmó haber lanzado sendos ataques a Israel contra una base naval en Haifa y un cuartel en Netanya, un día después del golpe más mortífero llevado a cabo por el movimiento chií en casi un mes de escalada militar, en el que murieron cuatro soldados y sesenta resultaran heridos.

«Un ataque contra una base de entrenamiento en la retaguardia es algo grave y con resultados dolorosos», afirmó el jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Herzi Halevi, durante una visita a las instalaciones atacadas en un campo de entrenamiento en Binyamina.

Este golpe hace ver a Israel que, pese a haber matado a buena parte de su líderes, el movimiento libanés todavía mantiene sus capacidades e incluso es capaz de sortear los sistemas de defensa israelíes. El ministro de Defensa, Yoav Gallant, señaló que el Ejército israelí debe «estudiar los detalles y asimilar las lecciones, de una forma rápida y profesional».

Hizbulah, que avisó que es un anticipo de lo que le espera a Israel si continúa su invasión de Líbano, atacó ayer además a soldados israelíes en los alrededores de la localidad de Markaba, y lanzó proyectiles contra las tropas que intentaban una infiltración en suelo libanés en los alrededores de Labune. El lanzamiento de cohetes procedentes de territorio libanés activó las sirenas de alarma en más de 182 municipios israelíes.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reaccionó asegurando que «atacarán sin piedad a Hizbulah en todas partes de Líbano, incluida Beirut».

Precisamente, el Ejército israelí mató al menos a 21 personas e hirió a siete más en un bombardeo sobre la localidad de Aito, ubicada en el norte del país, a unos 15 kilómetros de Trípoli. En el edificio atacado vivían 28 desplazados originarios del sur de Líbano. Es la primera ocasión en que Israel ataca tan al norte contra una población mayoritariamente cristiana.

LA UE DEFIENDE A LA FINUL

Por otra parte, los ministros de Exteriores de la UE denunciaron los ataques israelíes contra posiciones de la fuerza de paz de la ONU (Finul), que al menos han dejado ya cinco cascos azules heridos. Reiteraron que solo el Consejo de Seguridad de la ONU puede decidir la retirada de la misión después de que Netanyahu exigiera esta retirada al secretario general de la ONU, António Guterres, asegurando que se han convertido en «escudos humanos» de Hizbulah, lo que supone una velada amenaza.

Italia, Gran Bretaña, Estado francés y Alemania reiteraron esta denuncia en una declaración conjunta en la que subrayaron que los ataques a las fuerzas de la ONU son contrarios a la legislación internacional.