Israel acelera el exterminio mientras EEUU distrae con la negociación
Los últimos bombardeos israelíes, que volaron 11 casas en Yabalia, mataron o hirieron a 150 personas según las primeras estimaciones, aunque los ataques a los equipos de rescate impedían conocer el alcance de esta matanza en el norte de Gaza, donde Israel está acelerando las prácticas de exterminio y expulsión de la población.

La masacre de al menos 17 palestinos muertos, incluidos nueve niños, y 52 heridos en un bombardeo israelí contra una escuela que albergaba desplazados en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Gaza se vio pronto superada por otra matanza en el norte.
El Gobierno gazatí denunció que «el Ejército de ocupación sabía que la escuela Al Suhada incluía a miles de personas desplazadas, y que la mayoría de ellas eran niños y mujeres».
Entre las víctimas que llegaron al hospital Al Awda, más de la mitad son menores, incluido un niño de solo 11 meses. Esta masacre eleva a 196 el número de refugios y centros de desplazamiento bombardeados por Israel.
150 MUERTOS Y HERIDOS
Y aún parecía que la brutalidad iba a ser superada en el campo de refugiados de Yabalia, donde el Ejército israelí voló 11 casas en la zona residencial de al-Hawja. Las primeras noticias hablaban hasta 150 muertos y heridos, pero los ataques a los equipos de rescate paralizaron cualquier ayuda, sin que pudieran confirmarse el alcance de la carnicería.
La agencia de Defensa Civil de Gaza suspendió desde el miércoles sus acciones porque las fuerzas israelíes atacaron deliberadamente a estos equipos, dejando a varios miembros heridos en las calles sin que nadie pueda rescatarlos.
El norte de la Franja lleva tres semanas sometida a un asedio en el que Israel no permite el acceso de comida, agua, equipos de defensa civil o ambulancias. Ha matado directamente a 770 personas en ese tiempo, pero otros muchos mueren por falta de atención. Están obligando a la gente a abandonar sus casas y refugios y separan a los hombres, a los que ponen números y les interrogan, colocando a los detenidos en agujeros excavados en la tierra.
El director del Hospital Kamal Adwan denunció que el Ejército también disparó hacia las instalaciones sanitarias, lo que ha provocado daños en la unidad de cuidados intensivos, y que impide el traslado seguro de pacientes, así como a la entrada de suministros. «Hay un gran número de heridos, y perdemos al menos a una persona cada hora debido a la falta de suministros médicos y personal médico».
Solo los que pueden llegar solos son atendidos, ya que las ambulancias no pueden moverse. El resto muere en las calles. «El hospital se convertirá en una fosa común», advirtió.
En estas condiciones, la ONU estima que más de 56.000 personas han huido del norte desde que Israel lanzó esta nueva ofensiva.
NEGOCIACIÓN EN QATAR
Mientras tanto, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, pidió desde Qatar «aprovechar el momento» tras la muerte del líder de Hamas, Yahya Sinwar, y avanzó que los negociadores se reunirán en los próximos días para abordar una tregua. Israel, que ha boicoteado hasta ahora este proceso, enviará una delegación a Doha. Qatar comunicó que han retomado el contacto con los responsables de Hamas tras la muerte de Sinwar.
A la vez, en Líbano más de 30 personas murieron en los 111 bombardeos israelíes en diferentes puntos del país, pero especialmente en las regiones del sur y en el distrito de Nabatiye, uno de los más castigados.
El miércoles atacó instalaciones en Beirut de la cadena de televisión Al Mayadeen, dejando una persona muerta y otras cinco heridas, entre ellas un niño en estado grave.
A su vez, Israel reconoció la muerte de cuatro soldados en combates con Hizbulah y que otros seis fueron evacuados gravemente heridos.
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