A veces, los niños y niñas no aparecen en internet, en las redes sociales, por voluntad propia. En la mayoría de las ocasiones es otra persona la que difunde sus imágenes o datos personales a través de la red, sea o no sea de manera malintencionada. A veces, son los propios progenitores los que introducimos a nuestros hijos e hijas en internet. Las consecuencias son incontrolables, esa es la única verdad que podemos dar como buena, lo que dejemos en manos de la red escapará de nuestro control y, con ello, muchos de los derechos de los niños y niñas. La serie de televisión francesa “Los reyes de la casa” dialoga con el libro homónimo de Delphine Vigan en el que se nos introduce en el universo de una familia de influencers que sufrirán las consecuencias de exponer su vida privada en las redes. El eje de la historia son una madre que lleva hasta la extenuación a su hija pequeña en la producción de videos para menores y una investigadora policial. Lo grotesco y lo perturbador va de la mano en esta reflexión de un tema que merece mucha más atención de la que recibe. Planteada como un thriller y con todos los elementos que definen el género, a pesar de las fantásticas actuaciones, la exquisita realización y el interés del tema, la serie no fluye como probablemente suceda con la novela de Vigan. No es fácil superar a la literatura, si ni siquiera las redes sociales pueden.