Israel traba otro intento de tregua con más exigencias y bombardeos
Israel zancadilleó, con más bombardeos sobre Beirut y el sur de Líbano, los últimos pasos para negociar un alto el fuego que los enviados de EEUU intentaban dar incluso con acuerdos ventajosos para su aliado. También en Gaza antepone la agenda de limpieza étnica y rechaza hablar del fin definitivo de la agresión y la retirada de tropas.

El primer ministro libanés, Najib Mikati, acusó a Israel de negarse a cualquier alto el fuego con Hizbulah, tras una serie de ataques aéreos en los suburbios del sur de Beirut, los primeros que lleva a cabo desde principios de semana sobre este bastión del movimiento islamista.
El Ejército israelí lanzó al menos diez ataques en los barrios de Haret Hreik, Tahuitat al Ghadir, Mreije, Ghobeiri y Kafaat, además de la antigua carretera al aeropuerto, precedidos de llamadas de evacuación a sus residentes, que provocaron fuertes explosiones y redujeron a ruinas decenas de edificios enteros.
Aviones de combate israelíes también continuaron con al menos 16 bombardeos sobre la ciudad de Baalbek, que dejaron tres muertos y dos heridos, así como sobre otras localidades situadas en el sur de Líbano, entre ellas Bint Yebeil, Chehabitié, Mjadel y Juaya.
«La prolongación, una vez más, de la agresión del enemigo israelí (...) y el hecho de que una vez más haya atacado los suburbios del sur de Beirut con ataques destructivos, son todos indicadores que confirman su rechazo a todos los esfuerzos realizados para obtener un alto el fuego», remarcó Mikati, que también denunció las órdenes de evacuación para decenas de ciudades libanesa como un «crimen de guerra». Solo unas horas antes había finalizado la visita a Israel de dos emisarios estadounidenses para tratar de encontrar un alto el fuego.
A pocos días de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, los asesores de la Casa Blanca Amos Hochstein y Brett McGurk llevaron al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, un plan que prevé la retirada de Hizbulah y del Ejército se Israel de las zonas fronterizas del sur del Líbano, cuyo control correría a cargo al Ejército libanés y fuerzas de paz de la ONU. Líbano tendría la responsabilidad de impedir que Hizbulah se rearme e Israel conservaría su «derecho a defenderse de conformidad con el derecho internacional», según este documento.
Pero Israel insiste en que no detendrá la invasión sin que se satisfagan sus «demandas de seguridad», dejando claro que no tiene ningún interés en parar la guerra.
«Los ejércitos terroristas ya no estarán en nuestras fronteras. Hamas ya no controlará Gaza y Hizbulah no se establecerá en nuestra frontera norte en posiciones que le permitan invadir» Israel, afirmó Netanyahu sobre estas demandas al desdeñar la propuesta estadounidense.
El pasado miércoles, el nuevo líder de Hizbulah, Naim Qasem, dijo estar dispuesto a un alto el fuego «bajo condiciones» y el propio Ejército israelí parecía abrir la posibilidad de negociar al señalar que prácticamente ha cumplido sus objetivos en Líbano, y después de que el jefe del Estado Mayor israelí, general Herzi Halevi, asegurara «el desmantelamiento total de la cadena de mando» de Hizbulah. La visita de los emisarios estadounidenses también pretende, según Washington, logarar avances para una tregua en la Franja de Gaza, pero también en este caso Israel tiene su propio objetivo, que pasa por acciones de limpieza étnica.
ATAQUES EN GAZA
Los ataques nocturnos contra viviendas llenaron de cadáveres la morgue del hospital Al Aqsa de Deir el Balah, en su mayoría niños y mujeres. Ciudad de Gaza y el centro de la Franja fueron las zonas más castigadas. Al menos diez personas murieron en un ataque de artillería contra una escuela en la que se encontraban numerosos desplazados en el campamento de refugiados de Nuseirat. El bombardeo dejó además un número indeterminado de heridos y provocó la huida de decenas de personas ante la intensificación de los bombardeos israelíes contra la zona.
Fuentes médicas palestinas habían denunciado horas antes la muerte de otras 50 personas en ataques contra varios puntos del centro de Gaza, incluido el mismo campamento de Nuseirat y las localidades de Deir al Balah y Al Zauaida.
TREGUAS BREVES
En este contexto, Egipto anunció una iniciativa para alcanzar una tregua de dos días en Gaza que abriera el camino a otros avances, pero Hamas consideró que ni Israel ni Estados Unidos están dispuestos a acordar un alto el fuego y reclamó un alto el fuego permanente.
La parte israelí volvió a modificar la última propuesta egipcia con el fin de continuar la guerra hasta que todos los prisioneros israelíes en la Franja sean liberados, lo que en realidad significa «impedir la continuación del proceso de negociación y no llegar a un acuerdo de tregua», según El Cairo.
Fuentes egipcias apuntan al rechazo de Netanyahu a retirarse completamente de la Franja, especialmente los ejes de Netzarim, Filadelfia y el cruce de Rafah (las principales arterias de comunicación del enclave), una exigencia tanto de Hamas como de Egipto.
Hamas estimó que el último texto presentado en El Cairo por los mediadores para un alto el fuego temporal ignora las demandas de un alto el fuego permanente, la retirada de las tropas israelíes, la necesidad de la población de seguridad, ayuda y reconstrucción y la reapertura de los pasos fronterizos, especialmente el de Rafah. Tampoco contempla el retorno de los desplazados por la ofensiva.
Netanyahu había afirmado que las conversaciones sobre la liberación de los rehenes y para lograr un alto el fuego en Gaza se reanudaron con «un nuevo enfoque».
Tanto Hizbulah como Hamas rechazan acordar treguas de forma independientes en Líbano y Gaza, como parece querer negociar EEUU.
El movimiento palestino ya indicó a Egipto que está dispuesto a entrar en una serie de «treguas breves», bajo las premisas basadas en la propuesta del 2 de julio del presidente estadounidense, Joe Biden, con la condición de que «Washington proporcione garantías de que Israel se retirará del eje de Filadelfia, Netzarim y Rafah tras una la primera tregua que no excederá los 28 días».
Egipto, Qatar y EEUU intentan convencer a Israel de que, tras la muerte de su líder, Yahya Sinwar, puede dar por logrados gran parte de sus objetivos, pero Israel ha planteado sus nuevas exigencias -lo que Netanyahu llama «nuevo enfoque»- que vuelven a obstaculizar la negociación, como en los anteriores intentos. Delegaciones de Hamas y Fatah, llegaron ayer El Cairo para analizar las enmiendas israelíes a las propuestas de los mediadores, así como la futura administración del territorio.
Hamas señaló que la jornada con los negociadores egipcios y qataríes sirvió para insistir en la postura firme del grupo en que está dispuesto a recibir «todas las ideas para alcanzar una tregua», pero sin renunciar al cese de la agresión israelí «en un alto el fuego integral y permanente, una retirada completa de la ocupación y el regreso de los desplazados, además del levantamiento completo del asedio».
100.000 personas en riesgo inminente de muerte en Gaza
La situación en el norte de la Franja de Gaza es apocalíptica y todos sus habitantes corren «riesgo inminente de muerte», denunciaron los responsables de las principales agencias humanitarias de la ONU.
«Toda la población palestina del norte de Gaza corre un riesgo inminente de morir a causa de enfermedades, hambrunas y violencia», escriben los 15 firmantes, que exigen que el Estado de Israel cese su ataque a Gaza y contra los trabajadores humanitarios.
Las autoridades gazatíes calculan que unas 100.000 personas siguen atrapadas en las ciudades de Yabalia, Beit Lahia y Beit Hanun, de donde otras decenas de miles han sido forzadas a marcharse.
«La región está sitiada desde hace casi un mes, privada de ayuda básica y de productos vitales, mientras continúan los bombardeos y otros ataques», denunció el Comité Permanente Interinstitucional, que reúne a agencias de la ONU y otras organizaciones humanitarias. «Solo en los últimos días, cientos de palestinos han sido asesinados, la mayoría de ellos mujeres y niños, y miles más han sido desplazados por la fuerza nuevamente», señalaron los responsables de las agencias, incluidos los jefes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la agencia para los refugiados (Acnur), Unicef y la agencia coordinadora de ayuda humanitaria de la ONU.
«Debe terminar el flagrante desprecio por los principios fundamentales de humanidad y las leyes de la guerra», subrayaron, insistiendo en que la ayuda humanitaria no puede responder a la magnitud de las necesidades debido a las limitaciones impuestas por el asedio de Israel que apenas permite pasar una ínfima parte de la ayuda, y que luego impide repartir con bombardeos a la población que la espera o ataques a los encargados de repartirla. «Los bienes esenciales no están disponibles. Los trabajadores humanitarios no pueden hacer su trabajo de manera segura y las fuerzas israelíes y la inseguridad les impiden llegar a las personas necesitadas», destaca la denuncia.
Los responsables de las agencias exigen la liberación inmediata de los prisioneros israelíes que se encuentran en la Franja, así como la de los palestinos detenidos ilegalmente.
También lanzaron un llamamiento a los estados para que no transfieran armas a Israel «cuando exista un riesgo evidente de que estas armas sean utilizadas en violación del derecho internacional. Un llamado dirigido especialmente a Estados Unidos, principal apoyo diplomático, político y militar del Estado israelí..GARA

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