Además de los tres puntos y la recuperación de la solidez de El Sadar, Osasuna busca hoy ante el Valladolid -14.00, DAZN- un triunfo emotivo con el que transmitirle todo el cariño a su técnico, Vicente Moreno, que pasa por unos momentos delicados tras la DANA que ha arrasado parte de la zona levantina y, en concreto, su pueblo, Massanassa, uno de los más afectados.

Visiblemente emocionado, el preparador valenciano centró lógicamente gran parte de su intervención en la previa a dicha cuestión. Con la voz entrecortada y entre lágrimas, mandó «todo el ánimo, toda la solidaridad a las personas que se han visto damnificadas por este desastre. A todas las personas que han perdido a sus seres queridos. Me váis a permitir que tenga unas palabras hacia mi tierra, hacia Valencia, a todos los valencianos y la gente que no es valenciana pero que vive en Valencia, en Horta Sud, en mi pueblo, Massanassa».

«Es muy duro especialmente para ellos pero también para los que estamos lejos y tenemos allí la familia, amigos, vecinos, hijos... está siendo muy duro, muy duro no poder estar allí con ellos -reconoció-. Simplemente mandar un mensaje de fuerza. Somos gente trabajadora, dura, y aunque ahora parezca difícil, todos juntos saldremos de esta».

Indicó que «nadie es consciente de lo que está pasando allí; te lo puedo asegurar porque estoy en contacto constante con mis hijos. Es un caos que no podemos imaginar», a la par que dejó claro las dificultades personales que le ha supuesto preparar el encuentro ante los pucelanos. «El equipo está bien y el partido se ha preparado de la mejor forma posible, dentro de que podéis entender que para mí ha sido difícil. Tenemos gente alrededor y hemos preparado la cita en las mejores condiciones», reconoció el míster osasunista.

Y destacó el relieve del envite por las especiales circunstancias. «El partido es importante y especial. Quiero dedicárselo a todas estas personas, especialmente a mi familia que está ahí sufriendo. Es lo más importante; más allá del tema profesional, es personal. Les pediré a mis jugadores para poder dedicárselo», puso de manifiesto.

ACICATE AÑADIDO

Desde luego, será un acicate añadido para el vestuario rojillo, que buscará volver a sonreir en El Sadar tras perder su imbatibilidad frente al Betis, pero enfrente tendrá un rival que no se lo ha puesto fácil a los rojillos en el presente siglo. De hecho, con motivo de la última visita de los pucelanos al feudo iruindarra -finales de octubre de 2022-, la escuadra rojilla rompió una racha de más de veinte años sin ganarles en Primera en la capital navarra.

Y un curioso sinfín de empates durante ese tiempo, nada menos que ocho -los tres últimos sin goles-, junto a una victoria foránea de los castellanos en la 2012-13 en la máxima categoría. Sí que la estadística ha sido bien diferente en Segunda con el Valladolid como visitante. Durante tres temporadas casi consecutivas (2014-15, 2015-16 y 2017-18), Osasuna sacó adelante sus compromisos con otras tantas victorias.

En todo caso, esos números solo demuestran la aspereza que se espera ponga sobre el verde un adversario recién ascendido que lucha por eludir los puestos de descenso y que en su última salida -Mendizorrotza- logró el único triunfo foráneo del presente curso, habiendo perdido en sus otras cuatro visitas, aunque dos de ellas fueron en el Bernabéu y Montjuich.

Partiendo del once tipo habitual de esta temporada, tres parecen los duetos que se jugarán otros tantos puestos en el equipo titular. Así, Juan Cruz y Bretones pugnarán por el lateral zurdo, Moncayola e Ibáñez harán lo propio para un puesto en la medular y lo mismo cabe decir de los “Rubenes”, García y Peña, para el costado diestro.