Lakua ha dilatado innecesariamente un año la ordenación de las renovables
En enero, el Gobierno de Urkullu publicó un documento con fecha de octubre de 2023 dando respuesta a las alegaciones presentadas contra el PTS de Energías Renovables. Lo retiró inmediatamente sin explicaciones, con la campaña electoral ya lanzada. Lo acaba de publicar, sin apenas cambios, un año después de haberlo elaborado.

El Parlamento de Gasteiz acordó el pasado 31 de octubre pedir al Gobierno de Lakua que formalice este mismo año provisionalmente el Plan Territorial Sectorial (PTS) de Energías Renovables y que lo apruebe de forma definitiva durante los primeros seis meses de 2025. La petición, presentada por EH Bildu, fue aprobada con los votos de PNV y PSE, lo que debería equivaler a un compromiso por parte del Ejecutivo, pero lo cierto es que la tramitación de este PTS, que debía haber sido aprobado en 2021, invita al escepticismo.
No tener a punto el plan significa que los más de 100 proyectos de energías renovables que se han propuesto en los últimos años, con mucha contestación, en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, lo han hecho de forma desordenada, sin un mapa de dónde pueden ir y dónde no. Un PTS no garantiza por sí solo un despliegue racional y adecuado, pero es un primer filtro para establecer un reparto justo y equitativo de estas instalaciones que nadie quiere en su vecindario, pero todos coinciden en que son imprescindibles.
Con un gran retraso, Lakua publicó finalmente un primer proyecto de PTS en mayo de 2023, en el cual se definieron 110 ubicaciones para instalaciones de captación de energía renovable. Fue un documento polémico que recibió, en el mes y medio abierto para ello, 170 informes de las administraciones afectadas y 4.217 alegaciones de asociaciones y grupos ecologistas, partidos, empresas y particulares.
EL MISTERIO DE UN DOCUMENTO DESAPARECIDO
El siguiente paso era publicar un informe con las respuestas de la Administración a las alegaciones presentadas a la primera versión del PTS, algo que el Gobierno de Lakua hizo en enero, durante un breve periodo de tiempo. Se trata de un pdf con fecha de octubre de 2023, en el que se rechazan el grueso de los recursos presentados. Es decir, tardó cerca de cuatro meses en preparar el informe de cerca de 420 páginas. Pero sin previo aviso ni explicación alguna, retiró el documento.
En Eldiario.es, donde también han seguido la noticia, apuntaron que Lakua alegó que su publicación fue un error, por estar incompleto.
La siguiente noticia ha llegado ahora, cuando este pasado 31 de octubre, el mismo día en el que el Parlamento de Gasteiz instaba a Lakua a «agilizar los plazos de tramitación» del PTS, el Gobierno publicó, de nuevo, el informe de respuesta a las alegaciones, que igualmente rechaza en su inmensa mayoría.
Cabía pensar que, tras un año desaparecido, este nuevo informe de alegaciones sería un documento notablemente diferente y más elaborado respecto al publicado en 2023, el cual es fácil de encontrar con una rápida búsqueda en la red. Una comparación de ambos documentos, sin embargo, permite concluir que los cambios han sido mínimos.
Básicamente, se han corregido errores ortográficos, se han sustituido nombres completos de los alegantes por sus iniciales, se han añadido las respuestas a algunas alegaciones que quedaron sin contestar en la primera versión -por ejemplo, las de Orexa, Orduña, Berastegi, Amurrio o Elgoibar, entre otros- y se han sumado algunas argumentaciones más específicas para rechazar algunas alegaciones que pedían mayor protección para especies como los alimoches. El documento tiene 460 páginas.
En cualquier caso, son pequeños cambios que no justifican un año de parálisis, teniendo en cuenta que hablamos de un largo documento de más de 400 páginas elaborado, originalmente, en cuatro meses.
Hay, además, un detalle que delata como ningún otro la similitud entre ambos documentos. En el publicado hace una semana se sigue hablando, igual que en el de hace un año, de una Ley de Transición Energética y Cambio Climático «todavía en proceso de tramitación en la actualidad». Lo cierto, sin embargo, es que esta norma fue aprobada el 8 de febrero de 2024.
La pregunta sin responder, por tanto, es por qué el Gobierno de Iñigo Urkullu y la Consejería de Arantxa Tapia guardaron el documento original en vísperas de un año electoral, retrasando así en un año la tramitación de un PTS fundamental para un despliegue mínimamente ordenado de las energías renovables.

¿La solución es que dimita Pedro Sánchez? «Talvez não»

«Jasotzen ari naizen biolentzia Elizak oraindik duen indarraren adierazle da»

Un diputado palestino lanza su «Yo acuso» a Israel y salva su continuidad

Cientos de perjudicados en el encierro de la villavesa
