Raimundo FITERO
DE REOJO

Desiderátum

Analizar a la banda de Ayuso y Feijóo de manera uniforme es una misión poco recomendable para almas que se instalen en un campo donde pueda regarse la racionalidad y la coherencia. La angustia de la cúpula directiva y sus coros y danzas, formados por portavoces contradictorios y danzones mediáticos que han conseguido el descrédito total e irreversible, nos lleva al entretenimiento malsano con la muerte, el olvido, la maledicencia estructurada a base de la mediocridad más ambiciosa y la degeneración de los usos y costumbres de una democracia formal.

Es imposible subsistir en medio de esta locura negligente que se expresa con un fanatismo ultra que nos lleva a entender que el desiderátum en el que se encuentran es un síntoma de una debilidad tan apreciable que se puede pensar en cualquier barbaridad, hasta que a Borja Mari le entre un ataque de sensatez y dimita o al menos abandone el papel de policía bueno e incomprendido en una organización corrupta y manipuladora de la realidad más obvia de la que es portavoz de medio tono.

Por eso es tan reconfortante para los que necesitamos asirnos a enemigos que tenga un perfil recortable potente y sólido ver como Trump empieza a nombrar o a filtrar nombramientos de su próximo equipo de gobierno que nos ayuda a entender que vamos directos a un colapso universal conducidos por unos locos multimillonarios tomando decisiones contra la historia con el fin de incrementar su cuenta de resultados en nombre de una entelequia hinchable que ha suscitado el voto interclasista de muchos millones de norteamericanos convencidos.