A veces errático, pero muy prolífico

El cine de Kiyoshi Kurosawa siempre es una experiencia inquietante, caracterizada por un enfoque único hacia el horror y el misterio. En su filmografía están presentes la tensión, la violencia y, sobre todo, la facilidad con la que puede complicarse la vida. En este caso el miedo no nace de lo sobrenatural, sino de una pesadilla mucho más cotidiana, aunque igualmente inquietante: el mundo de los estafadores en línea. En lugar de lo paranormal, nos enfrentamos a un tipo de horror más cercano y tangible, donde las amenazas provienen de los engaños tecnológicos que afectan a la vida diaria.
En “Cloud”, el cineasta explora el lado oscuro de Internet y la propagación del odio online. Narra sucesos de la vida de Ryosuke Yoshii, un hombre que gana dinero mediante la reventa online mientras a su alrededor ocurren varios sucesos que ponen su vida en riesgo. La narración se divide en tres partes: la ciudad, el campo y un final -bastante loco- a mitad de camino entre el sueño y la realidad. En cada una de ellas encontrarán suspense, algo de miedo, acción, violencia y tiros, pero todo un tanto descompasado.
Es interesante la crítica al mundo de Internet y a la violencia subyacente del capitalismo. Invita a reflexionar sobre si realmente vale la pena sacrificar todo por obtener más y más, sin saber cómo disfrutar lo que se tiene.
Siempre es un placer adentrarse en el a veces errático pero muy prolífico mundo del director japonés, pero en este caso el resultado final es bastante irregular. Su primera mitad es interesante, pero el último tercio del metraje, que se compone casi en su totalidad de un tiroteo, funciona a trompicones.
Como thriller y película de suspende es efectiva, pero lo cierto es que su desenlace cargado de acción no termina de encajar del todo.

El Patronato del Guggenheim abandona el proyecto de Urdaibai

El PP amenaza con el exterminio político a EH Bildu y sin tener turno de palabra

El exalcalde de Hondarribia fichó por una empresa ligada a Zaldunborda

«Tienen más poder algunos mandos de la Ertzaintza que el propio Departamento»
