Aumenta la represión de las protestas pro-UE en Georgia, que entran en su segunda semana

Las manifestaciones pro-UE en Georgia, salpicadas de violencia, entró ayer en su segunda semana, mientras el Gobierno, acusado de deriva autocrática prorrusa, intenta frenarlas con el arresto de tres líderes opositores y promete «erradicar» la oposición «liberal-fascista».
Georgia atraviesa una grave crisis política desde las elecciones legislativas del 26 de octubre, ganadas por el gobernante Sueño Georgiano, pero denunciadas como amañadas por sus detractores.
Las manifestaciones masivas estallaron el 28 de noviembre tras la decisión del Ejecutivo de posponer hasta 2028 su aspiración de unirse a la UE, anuncio que encendió la mecha en una exrepública soviética que registró sus ambiciones europeas en la Constitución y con un 20% de su territorio controlado de facto por Rusia.
Miles de personas siguen concentrándose a diario con banderas georgianas y europeas frente al Parlamento, en una ola de protestas reprimida por la Policía y que se ha saldado ya con al menos 300 detenidos.
El primer ministro, Irakli Kobakhidze, ha optado por la represión, rechaza cualquier concesión y amenaza a la oposición. Ayer prometió hacer «todo lo necesario» para «erradicar completamente el fascismo liberal», como calificó a la oposición al tiempo que acusó al movimiento de protesta de aspirar a una revolución y de estar financiado desde el extranjero.
Las fuerzas de seguridad registraron el miércoles las oficinas del partido opositor Droa y detuvieron a Nika Gvaramia, líder del partido aliado Akhali. Después arrestaron a otros dos dirigentes opositores, Alexandre Elisachvili y Zourab Datounashvili.

El servicio de ambulancias de Osakidetza, de camino a urgencias

Peixoto, euskararen eskutik abertzaletu zen betiereko militantea

El Patronato del Guggenheim abandona el proyecto de Urdaibai

El PP amenaza con el exterminio político a EH Bildu y sin tener turno de palabra
