Gaizka IZAGIRRE
HERNANI
LA FLOR DEL BURITÍ

Antropología visual muy estimulante

El denominado cine antropológico es un género o enfoque cinematográfico que se centra en documentar y analizar las culturas, tradiciones, costumbres y modos de vida de diferentes sociedades humanas; se podría catalogar “La flor del Burití” dentro de ese género.

Filmada con una enorme sensibilidad, la cinta nos sumerge en el universo del pueblo Krahô en Brasil, ofreciendo una ventana a su lucha por la supervivencia cultural y territorial en un contexto de modernidad avasalladora.

A través de una fotografía casi etnográfica y un enfoque muy sensible, João Salaviza y Renée Nader Messora logran capturar la vida cotidiana del pueblo Krahô a través de imágenes hipnóticas; invitan a reflexionar sobre la lucha por la preservación cultural frente a un mundo en constante transformación.

El guion combina elementos narrativos y documentales, mostrando con honestidad y sensibilidad las tensiones que enfrenta el pueblo Krahô al tratar de preservar su identidad frente a las presiones externas. Los rituales, los mitos y las costumbres son elementos centrales en la película, presentados con un respeto que evita caer en el exotismos.

A pesar de su belleza, la película ocasionalmente se ve limitada por su enfoque estilístico. Algunas escenas se prolongan excesivamente, lo que puede diluir el impacto emocional en ciertos momentos.

Noticia tremendamente positiva que una película de estas características se estrene en cines; es un estilo de cine que suele destacar en festivales, pero que se enfrenta grandes obstáculos para alcanzar la distribución en salas comerciales.

No se la pierdan, es muy especial.