Iñaki LEKUONA
Profesor
AZKEN PUNTUA

Erupción

El ciclón Chido, que en diciembre azotó Mayotte, ha dejado una estela de devastación en esta antigua colonia insular francesa entre Madagascar y el continente africano. Los problemas estructurales de pobreza y hacinamiento, con más del 75% de la población por debajo del umbral de pobreza, alumbran el desinterés de París para con un territorio volcánico cuya extensión no llega a la mitad de Lapurdi, pero cuya población, en gran parte migrante, alcanza casi la de Ipar Euskal Herria. El triunvirato inverosímil Bayrou-Valls-Borne visitó la isla principal a finales de mes, recibiendo un tornado de críticas por el abandono secular de una comunidad donde una de cada tres personas vive desde la época colonial en chabolas, sin agua y sin luz. En medio de este desastre, Marine Le Pen acaba de ser recibida en palmas, apoyada entre otras personalidades por Anchya Bamana, antigua seguidora de Chirac, luego de Sarkozy y ahora diputada del partido ultraderechista, incapaz de reconocer a pesar de sus ojos suajilis que los lepenistas que ella defiende son los que reclaman una Francia blanca y cristiana sin sitio para una mujer negra y musulmana como ella. No es insólito, sino otro síntoma de que el archipiélago, en situación de abandono, lleva tiempo a las puertas de una erupción social.