Osasuna asalta San Mamés para adjudicarse el billete a cuartos
Dos años después, Osasuna sigue adelante en Copa a costa del Athletic tras hacerse con la victoria en un partido sumamente emocionante. A los navarros se les puso de cara con los goles de Aimar y Budimir. Nico Williams recortó distancias justo antes del descanso y De Marcos empató en la segunda parte. Budimir sentenció después para asegurar el billete rojillo a cuartos de final.

Osasuna disputará los cuartos de final de Copa tras imponerse en un partido sumamente emocionante al campeón del torneo. No ha empezado bien 2025 para el Athletic, incapaz de ganar ninguno de los tres partidos que ha disputado y que ha visto cómo dos de sus opciones de conquistar un título esta temporada han volado en una semana.
No les servirá de consuelo a los bilbainos, pero el partido de San Mamés tuvo todo lo que se le podía pedir. Alternativas, golazos y tensión a raudales, que encarecieron al máximo el triunfo de Osasuna. Costoso y especialmente meritorio, teniendo en cuenta que esta temporada solo el Atlético había conseguido imponerse allí, que su rival no perdía una eliminatoria de Copa a partido único desde hacía más de dos décadas y que en las cinco últimas temporadas había alcanzado, como mínimo, las semifinales del torneo.
Lo cierto es que Vicente Moreno recoge el testigo de Jagoba Arrasate, que le había tomado la medida a la Catedral, a lo grande y en su primera visita al frente de Osasuna celebra una victoria con premio añadido. Le salió bien la apuesta al técnico valenciano, que en Madrid había reservado a jugadores importantes para alinear un once de gala en Bilbo -entraron Areso, Juan Cruz, Moncayola, Aimar y Budimir-, donde también Ernesto Valverde conformó la alineación prevista, con el regreso de De Marcos, Galarreta y Nico Williams y la presencia bajo palos de un Julen Agirrezabala que, muy probablemente, lamentará la eliminación más que ningún otro.
Los rojiblancos, tan apagados ante Logroñés y Barcelona, entraron chisposos al partido. Williams buscó primero a su hermano con un centro que se marchó largo antes de cumplirse el primer minuto, de inmediato a Berenguer con un balón en el que se anticipó Catena... Y se acabó porque las burbujas desaparecieron, no por completo pero sí muy rápido. Responsabilidad, de un rival que se hizo con el balón y le metió pausa al partido. Y que no se conformó con cerrar filas. Generó más inquietud que peligro real, pero al menos consiguió que su anfitrión estuviera incómodo.
Conseguían los rojiblancos superar la presión de tanto en cuanto. Y cuando además le metían ritmo al juego, a Osasuna le costaba cerrar. En esas pocas ocasiones apareció Herrera, que primero despejó a córner un centro-chut de Guruzeta más peligroso de lo que pareció en un inicio y después abortó la, posiblemente, ocasión más clara del Athletic en todo el primer tiempo, un balón de Yuri para Iñaki Williams, que superó a Boyomo para rematar a bocajarro.
El susto les sentó bien a los iruindarras, que casi de inmediato forzó su primer córner, justo después protagonizó un par de escaramuzas en el área, luego rascó otro saque de esquina... Y acabó por marcar. A cinco del descanso, Torró abría para la incorporación de Areso y el centro de este lo convertía Aimar en el 0-1 con un precioso remate en el primer palo. Cogió carrerilla Osasuna, que solo dos minutos después volvía a percutir por la derecha, ahora para provocar el error de Paredes, que no tuvo su noche. Agirrezabala no llegó a la mala cesión de su compañero y acabó derribando a Budimir que, como siempre, andaba por donde debía. El propio delantero transformó el penalti.
La eliminatoria hubiera parecido resuelta ante otro rival y en otro escenario, pero no contra el Athletic, que todavía tuvo tiempo de recortar distancias antes del descanso. Lo hizo Nico, en la última acción del primer tiempo, culminando con un gran zurdazo el servicio de su hermano.
CHAPARRÓN ROJIBLANCO
Fue el preludio de lo que se viviría en la reanudación. Al menos en los primeros veinte minutos, que se convirtieron en un monólogo ofensivo de los leones. Comenzó el segundo tiempo con la enésima incursión rojilla por la derecha en busca de Budimir pero Osasuna prácticamente no volvió a cruzar ya la línea divisoria hasta que el propio futbolista croata sentenció el encuentro, bastante más adelante.
El Athletic, que había vuelto de vestuarios con Yeray por Paredes, lo probó de todas las maneras posibles. Guruzeta, Berenguer, Williams, Nico, Jauregizar, Yuri... Con centros laterales, de cabeza, en jugadas de estrategia, desde fuera del área, con la izquierda, con la derecha... Prácticamente todos los rojiblancos probaron suerte y lo hicieron de todas las maneras posibles, pero solo De Marcos acertó. Recibió el balón de Berenguer para cabalgar al área y superar a Herrera con un disparo cruzado.
Necesitó mucho menos Osasuna para volver a golpear. A la hora de juego amenazó Budimir con un remate que superó a Agirrezabala y sacó Vivian in extremis. Diez minutos después volvieron a estirarse los rojillos para que el delantero aprovechara un mal rechace de Agirrezabala.
Con todavía veinte minutos por delante, el Athletic no se rindió. Pero con Osasuna más sereno ahora, la fe y las fuerzas se le fueron agotando hasta que el pitido final -que Sergio Herrera oyó desde el vestuario tras haber sido sustituido al sufrir un golpe en la car- les hizo hincar la rodilla.

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